El 27 de agosto, en una audiencia de apelación, Hernán Calderón Argandoña fue ordenado a cumplir con su prisión preventiva en el penal Santiago 1 tras pasar más de una semana en la clínica psiquiátrica El Cedro, donde supuestamente debía ser compensado antes de ser derivado a tal centro de reclusión.

El formalizado por parricidio frustrado en contra de su padre, el pasado 11 de agosto, está cumpliendo actualmente con una cuarentena preventiva de 14 días -por la pandemia- en el Área de Salud Ambulatoria (ASA), y luego será trasladado a alguna unidad de reos primerizos, considerando que no tiene prontuario policial y nunca ha estado en la cárcel.

Y en este contexto, fuentes de Gendarmería citadas por La Cuarta, aseguraron al diario que ya existen reclusos que están ofreciendo cuidarle las espaldas al hijo de Raquel Argandoña.

Varios reclusos llegaron a la mañana siguiente de su llegada al ASA ‘con la segunda’. O sea, diciendo que se sentían mal, que tenían heridas infectadas, pero lo que realmente querían era ver a Hernán Calderón Argandoña“, indicaron. Lo anterior, “para ofrecerle protección durante el tiempo que esté encerrado a cambio de dinero. En la cárcel se vive la pobreza y él, en este momento, es una mina de oro“, aseguraron.

Asimismo, indicaron que Nano se ha portado bien en el área de salud, respondiendo adecuadamente al tratamiento y sin problemas con los funcionarios, pero el principal desafío para él será enfrentar lo que vendrá después de esos 14 días y por casi tres meses.

Llegaría a módulo de reos involucrados en delitos de alta connotación pública

El mismo diario afirmó que, según sus fuentes, Nano sería trasladado al módulo 11, unidad donde se encontrarían imputados que hayan participado en delitos de alta connotación pública, figuras conocidas o exfuncionarios de las FF.AA. y de orden.

Actualmente están recluidos allí los exuniformados involucrados en el caso “Pacogate” y también pasaron por ahí los ciudadanos ecuatorianos que dieron muerte a Margarita Ancacoy, auxiliar de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile en junio de 2019, crimen por el que fueron condenados a cadena perpetua en diciembre pasado.

Es un módulo mucho más tranquilo que los otros. De que hay peleas, las hay, pero en menor medida que en las demás. Por eso es que le quieren ofrecer protección, porque se sabe que cuenta con recursos. Así es el mundo de la cárcel“, afirmó el trabajador del penal a La Cuarta.