El pasado 27 de junio la animadora María Luisa Godoy recibió su resultado de PCR, el que arrojó positivo a COVID-19.

De acuerdo a lo señalado en varias ocasiones por María Luisa, nunca tuvo contacto con alguna persona contagiada, por lo que no entiende cómo ocurrió.

Ante este escenario, en conversación con Las Últimas Noticias, contó que tenía tos, aunque eso es normal en ella, ya que sufre de alergia, por lo que consultó a su ginecólogo y el doctor Sebastián Ugarte, quienes le recomendaron hacer el examen para salir de dudas, siempre pensando en que sería negativo.

“Ambos me dijeron que me hiciera el test, por si acaso. Ese viernes 26 de junio me fui a hacer el examen, pero siempre pensando que saldría negativo, porque no tenía ningún síntoma. Nos acostamos con Ignacio (Rivadeneira, su marido), estábamos viendo tele y como a las 2 de la mañana me puse a revisar mis mails. Dentro del buzón apareció un correo nuevo con una licencia médica. ‘Dale’, dije, ‘salí positivo'”, manifestó.

Tras esto, comenzó toda la logística para aislarse de su familia, y que su esposo e hijas se relizaran un PCR para saber si estaban contagiados. Fue así que Jacinta y Luisa arrojaron positivo y, al igual que ella, asintomáticas.

“Esa misma madrugada me cambié de pieza. Me fui a una que usamos como para estudiar. Tiene un escritorio, una cama de plaza y media y un baño. Nacho cambió las sábanas y nos dormimos”, señaló.

Producto del estado de la animadora, quien tiene más de siete meses de embarazo, muchos se preocuparon de su situación, sin embargo, ella aseguró haber estado tranquila, ya que se había informado bastante.

“No me preocupé por mi embarazo porque desde que llegó el COVID al país me puse a leer harto sobre cómo afectaba a las embarazadas y no hay ningún informe que confirme que es dañino para las embarazadas y los bebés en formación porque la placenta los protege. Mi ginecólogo me dijo lo mismo y me dio un antigripal especial para embarazadas”, sostuvo.

El inicio de su cuarentena:

Después de los resultados, vino una etapa complicada, explicarle a sus pequeñas que debía mantenerse alejada de ellas por estar enferma.

“Les tuve que explicar por videollamada que la mamá estaría por unos días en esa pieza por el virus y que ellas, al igual que el papá, también se tendrían que hacer el examen”, contó.

Sobre sus días en una pieza aislada, aseguró que estuvo tranquila, ya que no presentó síntomas, pero sí tuvo algunas molestias físicas producto de su embarazo.

“Los cuatro primeros días aproveché de estar muy empijamada, de dormir, de descansar. Pero después, al quinto día, me empecé a desesperar. Como estoy embarazada y tengo una guata grande, porque mi guagua ya es grande, me empezó a doler mucho la cola y las piernas. Así que empecé a ducharme todos los días, a vestirme y estirar un poco mi cuerpo, dentro de lo que me permite la guata. También me empecé a poner en otras posiciones en la cama, me paraba y me sentaba en la cama, buscando una forma de activar, porque tampoco había mucho espacio para caminar”, dijo.

Lo más difícil de su cuarentena:

Aunque la animadora no sufrió los típicos síntomas del coronavirus, sí sufrió por estar alejada de sus hijas, lo que aseguró fue lo más complicado, porque además a ellas también les costó entender el alejamiento.

“Hubo una parte muy difícil: hacerles entender a las niñas que no podíamos vernos. Los primeros días se ponían guantes y mascarillas y abrían la puerta de la pieza donde yo estaba para entrar; tuve que cerrar con llave. Cuando se ponían a llorar por algo y me llamaban hacíamos Facetime. Lo que más me costó, y también a ellas, fue no poder abrazarlas. Es muy difícil explicarles a tus hijas que no las puedes abrazar, darles un beso, que si les pasa algo no las puedes contener. Eso me partió el corazón”, aseguró María Luisa Godoy.

Finalmente, la animadora del matinal de TVN comentó que su cuarentena finalizó el pasado jueves, y que esta noticia los llenó de felicidad a todos.