Pamela Le Roy se hizo conocida en el programa juvenil Mekano, donde estuvo dos años. Hoy está lejos de los medios de comunicación y dedicada a sus hijos y a un negocio familiar.

En entrevista con Las Últimas Noticias, la periodista contó que fue despedida de radio El Conquistador hace algunos meses.

“Con la primera etapa después del estallido social se fue todo a las pailas y nos fuimos con mi programa, donde estaba con Pablo Zúñiga. Nos cortaron”, declaró.

Consultada sobre si volvería a la televisión, Pamela Le Roy aseguró que “hoy no, siento que no existe un escenario interesante para mí (…) no hay nada seguro, los canales tienen áreas comerciales débiles y de un minuto a otro te vas para la casa y uno deja ene cosas”.

“Tienes que cortar prenatales y postnatales por la pega y después, te fuiste. Las lealtades no se pagan, es ingrato y no me dan ganas de volver”, añadió la periodista.

En medio de la cuarentena varios rostros comenzaron a realizar Lives en Instagram y ella se sumó. “Me puse a hacerlos recién y son entretenidos. Instagram es una buena alternativa y una buena plataforma. Partí con los ex CQC Sebastián Eyzaguirre y Gonzalo Feito y nos fue bien, me sentí bien, es entretenido y súper natural, me encantó la onda. Los voy a hacer los lunes y jueves”.

Empresa de anteojos

Pamela lleva casi dos años vinculada a una empresa familiar que vende anteojos, la que -según contó- “armó mi marido y yo trabajo con él en la parte del marketing. Se llama Good Brands”.

“Muchos no teníamos idea que necesitábamos anteojos, hay una enfermedad visual que se ha hecho un poco más presente por las pantallas de la tele y estar tanto rato pegado al computador”, aseguró, añadiendo que les ha ido bien.

“La tienda está abierta con permiso y en la página te puedes probar los lentes de manera virtual”, explicó.

El confinamiento

Pamela tiene tres hijos: Antonia (6), Lorenza (5) y Victor (1). Según contó, en un principio le afectó mucho la cuarentena “porque yo soy de moverme y estar metida en hartas cosas, entonces este stop total te descoloca. Estar encerrada preocupándote de toda la casa, los niños y todo lo que pasa es un poco caótico. Ahora, somos animales de costumbre y finalmente nos empieza a gustar la cosa”.

A su vez, reconoció que fue duro “estar con todo el mundo en la casa, incluyendo el marido (…) como que también entra a estorbar un poco… en el buen sentido, porque yo también lo estorbo a él”.

Finalmente, dijo que tuvo que cambiar su estructura porque “yo soy maniática del orden y no entendía que todo estuviera tan desordenado”.

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