El destacado actor de televisión y locutor radial, Jorge Zabaleta, conversó la tarde de este jueves con Jordi Castell en el programa El Aperitivo de la revista Velvet, donde contó que ya no le acomoda la cuarentena y que está feliz haciendo lives por su cuenta de Instagram.

Lo anterior, puesto que está bastante interesado de tener contacto con la gente. “Me quiero cambiar de casa. Estoy haciendo programas, hago vivos, estoy con la radio, me interesa mucho el contacto con la gente, hoy es súper importante eso, si en algo fallamos como sociedad, fallamos en el contact, la desconexión total con la realidad, eso es una deuda y creo que hay que conectarse”, dijo.

Y es que este sería uno de los motivos que incluso comenzó a cuestionarse el profesional hace algún tiempo, puesto que se sintió bastante aislado. “Yo me sentí en un momento súper desconectado, gravemente desconectado, uno se empieza a aislar solo, entonces de repente le di como un vuelco a mi vida, quiero otra cosa, renuncié a las teleseries por un tiempo, ya no quiero estar más ahí, no quiero que ese sea mi lugar”, aseguró.

De hecho, fue un cambio que Zabaleta quiso realizar al darse cuenta que había cumplido 50 años, y tenía que buscar otras cosas. “Tengo que bajar un poco, tengo que conectarme más con mi país, con mi gente. Quiero hablar con la señora Juanita, tengo una deuda porque la señora Juanita ha sido muy generosa conmigo. Yo ya he recibido mucho, la gente ha sido muy cariñosa conmigo y digo: qué vamos hacer ahora, desde dónde quiero trabajar ahora”, explicó.

Asimismo, el actor indicó que fue una situación en particular, que lo llevó a cuestionarse su rol con el público. “Empecé a tomar mi carrera muy en serio en el momento que fui a un hospital a ver a una niña de 15 años que se estaba muriendo, llegué, ahí hablamos un rato y se murió, y yo estaba ahí viviendo ese momento tan íntimo…lo que yo hago es muy importante y el que diga que no, que se vaya a la mierda”, contó.

50 años

“Me pegó fuerte los 50, encontré que se me va la vida, encontré que era terrible, los 40 lo pasé piola, pero los 50… Me quiero comprar un convertible, sacar la guata, tener calugas. Estoy hecho mierda, no sé qué hacer, necesito decirlo para poder asimilarlo y se me pase la estupidez”, manifestó.

Esto, ya que reconoce que “he tenido buena adultez, buena genética, mis papás se mantienen bien. No estoy dispuesto a sacrificarme por tener un mejor look, si pongo todo en la balanza, no lo voy hacer, lo asumo y te lo digo: Dejé de fumar, llevo 10 meses sin fumar, me costó 10 kilos, estoy 10 kilos arriba de mi peso. Finalmente estoy feliz, estoy tranquilo, no volvería atrás, no volvería a tener 30 años”, aseguró.

Y agregó: “Yo me miro en el espejo con calzoncillos y calcetines y digo: mi mujer me tiene que querer mucho”.

Su proyecto en San Pedro de Atacama

Por otro lado, el actor también se refirió a su hotel en el norte del país, el cual está sin funcionar producto de la pandemia.

“Toda esa arquitectura es mía, es mi proyecto de la vida, me demoré 7 años en hacerlo, es un trabajo artesanal, ninguna habitación es igual a la otra, está construido en altura, para seguir regando como se riega tradicionalmente en San Pedro, el agua pasa por debajo de las habitaciones, se ilumina por abajo, toda la iluminación va hacia abajo”, explicó.

Sobre cómo fue crear el proyecto, Zabaleta indicó que: “Yo quedé agotado, fue muy duro de construir, sobre todo a la distancia…espero algún día poder estar allá, ahora está cerrado”.

Adiós a las teleseries

“El tema de las áreas dramáticas está muy complejo. Creo que no nos vamos a quedar sin trabajo, hay muchas plataformas hoy en día que necesitan contenido, Amazon, Netflix, que necesitan contenido. No todo el mundo es capaz de entender las transiciones y de poder sumarse, mucha gente se queda afuera”, opinó el actor.

No obstante, alejarse de esta área le permitió al profesional establecer una mejor relación con sus pequeños. “Me empecé a conectar con mi hijo más chico, es muy simpático, íbamos al cerro, y yo feliz, lo paso la raja con él, es mi última guagua, es el último que me queda chico, moldeable. El mayor se fue de la casa, la de 15 pesca lo que tiene que pescar”, dijo.

“Me encanta conectarme con él y ellos también están agradecidos, se me aguachó heavy. Yo lo paso la raja con él, me he encontrado con un cabro súper choro”, concluyó.