Marcela Vacarezza es una asidua usuaria de redes sociales, sobre todo de Twitter, donde comenta su visión sobre el país y otros temas de su interés, por lo que ha recibido crueles mensajes.

“Me da entre rabia y pena que seamos tan fáciles de criticar, tan dueños de hablar del otro cuando a veces no nos vemos nosotros mismos”, contó la presentadora de televisión a Angélica Castro en el ‘live’ de Instagram para @revista_velvet.

Todo partió cuando Castro le dijo: “Te ha tocado súper duro, has vivido asalto en tu casa, con tu familia, has estado súper expuesta y eso te hace ser mucho más dura y crítica al momento de tener una opinión, por que lo has vivido”.

A lo que Vacarezza respondió: “¿Sabes lo que pasa? Es que a mí me dicen mucho que vivo en un mundo que no existe… y bueno, sí existe. Una realidad que la tiene un porcentaje pequeño del país, pero existe y agradezco ser privilegiada, como me dicen, lo tengo súper claro”.

Y continuó: “Sé que hay gente que pasa dificultades que yo no las tengo, que es la cesantía, el hambre (…) pero dentro de mi realidad el estar lejos de mi marido dos meses y medio me afecta. Ahí sale el comentario (en redes sociales): ‘te quejas por todo‘. He llegado a pensar algo tan cruel con que lo único que se le permitiría a uno, nadie escribiría una agresión, sería que se me muera un cercano“.

Una frase dura, pero que fundamentó con la terrible experiencia del asalto: “Lo pienso porque incluso con el asalto decían: ‘Para qué andas en un auto así, es que a ti te gusta ostentar, llegaron los carabineros al tiro porque son ustedes, aprendan lo que le pasa a la gente que vive a diario con eso’. Entonces, falta empatía“.

“Muchos dicen que no conteste”

La esposa de Rafael Araneda, fue contactada por LUN, y al respecto comentó: “Siento que en redes sociales hay un grupo importante que no colabora con buena energía, tira mala onda y es súper gratuito“.

Pero a pesar de eso, Marcela no se saldrá de redes sociales pues su “balanza personal tira más para el lado de la buena onda”.

Muchos dicen que no conteste, que no pesque pero yo creo que sí hay que pescar. Porque tras todos esos arrobas con nombres hay personas y aunque no creo que los vaya a hacer cambiar, por lo menos puedo llamar la atención para que reflexionemos a que colaboremos. Si no fue antes, es el momento para que seamos más empáticos”, concluyó.