El 12 de junio de 2019 desde la Clínica Alemana se comunicaba el lamentable fallecimiento de la periodista y animadora Javiera Suárez, luego de una larga lucha contra el cáncer.

Corría el año 2016 y todo estaba bien para la joven profesional. Se había casado hace solo 8 meses con el doctor Cristián Arriagada, y estaba a la espera de su primer hijo con solo 6 semanas de embarazo, una noticia que la tenía feliz a ella, y a su entorno.

Pero todo cambió cuando le diagnosticaron un cáncer de melanoma en etapa 4, por lo que tanto su embarazo y su vida corría riesgo. Pese a la desalentadora noticia, la periodista sacó fuerzas de donde pudo para luchar y empezar un tratamiento. “Estoy en un momento muy difícil, con una enfermedad muy grave y concentrada exclusivamente en sanarme junto a mi marido y cuidar a mi guagua que viene en camino. Y lo que más les pido es que recen mucho y que nos sigan enviando sus energías positivas”, escribió Javiera el 18 de mayo de 2016 en Instagram, refiriéndose por primera vez a su enfermedad.


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Un largo camino para ser madre

Según lo que ella misma dijo en varias ocasiones, su hijo, Pedrito Milagros, fue el motor principal de esta batalla. De hecho, lleva dicho nombre porque Javiera siempre contó que eso era justamente su pequeño, un milagro, y por el cual cientos de personas rezaban diariamente para que llegara sin dificultad a la vida del joven matrimonio.

En dicho proceso, Suárez fue internada por una hepatitis por algunos días en la clínica, la cual sorteó con éxito y sin consecuencias para ella y su hijo que venía en camino, todo eso en paralelo a su tratamiento contra el cáncer.

Pedrito finalmente llegó al mundo el 20 de octubre de 2016, con 30 semanas de gestación, por lo que el pequeño permaneció en incubadora hasta el 12 de diciembre del mismo año, lo que fue “un regalo de navidad”, según manifestó la animadora.


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De alta y justo en el día de la Virgen de Guadalupe!! 👼🍼🎈❤ @mamainfanti

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“Se puede ser feliz con cáncer”

Javiera en esa fecha contaba su evolución a través de redes sociales, alejada de apariciones públicas hasta que fue invitada a participar de un evento del Instituto Nacional del Cáncer el 16 de diciembre donde entregó un potente discurso.

¿Se puede ser feliz con cáncer? Yo creo que sí. Hace siete meses me diagnosticaron un cáncer grado 4. Un melanoma. Un cáncer a la piel presente en una pechuga, en los huesos, en el hígado y en el pulmón. La verdad es que el cáncer te pone en dos escenarios: te puedes echar a morir, que es lo que el cáncer busca; o dar vuelta la tortilla. Hacer que valga la pena.

Alrededor de toda esta enfermedad me han ocurrido muchísimas cosas buenas. Soy una mejor persona, sin duda. Soy una agradecida de la vida. No doy ni un día de mi vida por garantizado. Todos nos vamos a morir. Sea de cáncer, sea atropellados, de lo que sea. Y caemos en ese error: dar la vida por garantizada. Nos despertamos pensando ay, qué calor y debiéramos agradecer y decir pucha, qué bueno que no me he muerto todavía.

Mi matrimonio está muchísimo más fuerte. Nació Pedrito Milagros, que es la mayor energía para seguir adelante. Mi invitación es a ser un agradecido de la vida, a acercarse a Dios también. A saber que con cáncer la vida no se acaba. Hoy hay tratamientos. No hay que ponerse a pensar qué rabia, qué injusto, si yo soy una buena persona. La vida es así: con altos y bajos”.

Este fue parte del discurso de la periodista quien en ese entonces reveló a LUN que se encontraba avanzando con su tratamiento, pero que estaba buscando una nueva forma de combatir el cáncer que era alimentarse de manera saludable. “Hice un cambio en la alimentación importante. Hay que alcalinizar el cuerpo y para eso hay que evitar los lácteos, las carnes rojas, las frituras, el alcohol, el gluten y el azúcar”, dijo.

Un sueño plasmado en un libro

En 2017 Javiera comenzó a difundir su manera de alimentación a través de su sitio web Liveat, donde entregaba tips sobre cómo comer sano y seguir una vida saludable.

De hecho en aquel sitio, que ya no se encuentra disponible, la periodista comentó su experiencia de su operación a distancia con los monjes brasileños, otra de las formas que buscó para sentirse mejor.

Y el 5 de junio de 2017 lo que partió como un sitio web se concretaba en un libro, donde Javiera contaría sobre sus recetas, tips y otros consejos para enfrentar su enfermedad. Lamentablemente, al mes siguiente le confirmaban que sus exámenes no avanzaban del todo bien.


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La lucha continúa

A lo largo de todo ese año, Suárez no bajó los brazos, seguía con su alimentación saludable y a diario solicitaba a sus seguidores en redes que le enviaran las mejores energías para recuperarse pronto, siempre de la mano de Dios y de la virgen.

A fines de ese año le confirmaban que su cáncer había retrocedido pero que debía seguir dando la batalla, y durante los primeros días de enero Suárez confirmaba que debía somterse a una nueva operación donde le retirarían un tumor de su pulmón, publicando días después una radiografía mostrando su avance.


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No obstante en marzo de 2018 Javiera recibía resultados poco alentadores de sus exámenes, debiendo someterse a una cirugía. “Necesito un milagro para sanarme y eso solo puedo conseguirlo junto a ustedes. Tal como hace 1 año 5 meses nació Pedrito, en gran parte por el cariño y oraciones de ustedes, hoy les pido que me ayuden a sanarme y poder vivir muchos años más”, escribía la periodista en sus redes.

Pero las cosas se seguían complicando y el cáncer arremetía muy fuerte en el cuerpo de la profesional.

He sentido miedo, menos que aquella primera vez cuando me diagnosticaron la enfermedad, pero reconozco que el cáncer ésta vez ha querido apoderarse de mí como nunca antes. No lo dejo, peleo, me canso, vuelve a atacarme, me asusta, sigo peleando con amor y sonrisas, lloro, me enojo. Me miro al espejo y me obliga a no rendirme. No lo haré. Hace poco cambiaron nuevamente mi tratamiento y pronto mi pelo se caerá. Ya lo he vivido antes. Aún así, duele”, dijo.

Pero dicha situación se extendió hasta julio de ese año cuando, finalizando en septiembre de 2018 su segunda ronda de quimioterapias, y haciéndose un examen en diciembre de ese año el cual arrojó que aún quedaban focos activos de melanoma en su cuerpo.

El esfuerzo final

Tras el desalentador panorama, la profesional siguió con quimioterapia, tomando coraje y fuerza como lo hizo durante los tres años que luchó con la enfermedad, donde finalmente cayó en la clínica el 11 de junio por un delicado estado de salud, perdiendo la vida la tarde del 12 de junio.

La última fotografía

A un año del fallecimiento de la periodista su perfil de Instagram sigue abierto, y en varias publicaciones se puede ver cómo algunos de sus seguidores le escriben indicando que la extrañan, la admiran, e incluso que les gustaría ser tan fuerte como lo fue ella.

El 9 de junio de 2019 fue el último día que Javiera usó su perfil en la red social. En dicho momento la periodista subió una fotografía de ella sentada junto a Pedro en la capilla que la albergó durante todo su proceso de batalla. Una emotiva imagen que sigue conmoviendo a quienes hoy buscan en la cuenta de la profesional un grito de aliento.


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