Fernanda Fuentes se ha convertido en una de las figuras más queridas de MasterChef Chile, cautivando al público con su simpatía y sentido del humor.

Actualmente, la jurado se encuentra en la localidad de San Cristóbal de la Laguna, en Tenerife, donde vive hace varios años y en donde está su restaurante NUB, el que administra junto a su esposo, el chef Andrea Bernardi.

En conversación con La Cuarta TV, Fuentes contó que por la pandemia el restaurante está cerrado y que se encuentra en su casa, cumpliendo con una cuarentena que poco a poco se está “ablandando” en España.

Y fue un relato sobre sus actividades hogareñas durante el confinamiento el que llamó la atención de Página 7: no cocina en su hogar, y por una particular razón.

“La verdad es que yo no cocino, porque mi marido no me deja. No sé si sentirme afortunada y privilegiada, o castigada. No me deja ni cocinar ni limpiar la casa ¡Lo quiere hacer todo él, pero yo me aburro!”, comentó entre risas.

Tras esto, la chef señaló que se “sacó la lotería”, pues tenía un buen marido. También, aclaró que hay dos preparaciones que tanto a él como a su hijo les encanta que ella prepare: charquicán y sopaipillas pasadas.

Por último, la chef agregó que durante este periodo ha aprovechado de estudiar, mantener sus plantas y pasar tiempo con su hijo, Maximiliano, quien tiene 15 años.

“Maximiliano es súper casero, le encanta estar en casa, lo disfruto un montón. (En cierto sentido) estoy aprendiendo a ser mamá, porque me he pasado en una cocina prácticamente los 15 años de su vida, entonces estoy súper feliz”, concluyó.