Uno de los últimos entrevistado en Un Café con Hugo, programa del periodista Hugo Valencia, fue Renato Avilés, más conocido por su personaje “Sensual Spiderman“.

El ecuatoriano que lleva 18 años en Chile, habló sobre su vida en el país, el  estallido social de octubre y su experiencia en el reciente Festival de Viña del Mar.

Sobre este último punto, recordemos que Spiderman formó parte de la rutina de Stefan Kramer, uno de los shows más vistos del certamen.

Pero esa no fue la primera vez que el bailarín era invitado al Festival de Viña: “Rechacé cinco veces el Festival de Viña, la sexta acepté. La primera (vez) me dijeron para la obertura y dije que no. Después que me querían en la gala y les dije que no. Después me pidieron para rey del Festival y también les dije que no”.

“Después me pidieron para la campaña de reyes del Festival y también les dije que no. Después me pidieron que vaya de público y yo les dije: ‘voy con la condición de llevar un cartel donde diga ‘En marzo nos vemos en las marchas‘, tampoco me pescaron“, agregó.

Y como la rutina de Kramer estaba “basada en la manifestaciones, la vi y dije ‘de allá somos’“. Es que Sensual Spiderman se convirtió en uno de los símbolos de las manifestaciones de octubre, para el estallido social.

Eso me trajo muchas consecuencias. Pasaron muchas cosas, me empezaron a tachar de un color político y sufrí como dos semanas de acoso. Luego vino el acoso de los políticos que empezaron a escribirme, te estoy diciendo políticos que eventualmente serían candidatos presidenciales”, señaló.

“Después vino el acoso de la publicidad. Me llamaba todo el mundo, incluso marcas internacionales, marcas que me ofrecían hasta 40 millones por publicidad y yo rechazándola. Te ponen en una posición de figura pública que yo nunca la busqué. Yo estoy acostumbrado a ser normal y ahora todo lo que haga te lo cuestionan o tergiversan”, añadió.

Por ejemplo, una de las noticias que se malentendió fue la participación en un video de la alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga. Una situación, que él aclara por primera vez, no tuvo tuvo tintes políticos.

“Cuando yo fui para allá, fui a inscribir mi fundación, la alcaldesa me recibió y luego me dice ‘hagamos un videíto‘ y yo lo hice no más. No vi el color político tras ella, porque para mí Cathy Barriga, cuando yo llegué a Chile, estaba en Mekano, me olvido de que hay un color político (…) Yo me descuidé, cometí un error y la gente se colgó de eso“, explicó el bailarín.