Jhendelyn Núñez es una de las flamantes nuevas incorporaciones de Bailando por un Sueño, en donde, hasta el momento, ha cosechado buenos comentarios y evaluaciones.
Pero como el programa no sólo se trata de baile, sino que también de conocer aspectos deconocidos de los participante, es que ella reveló una divertida anécdota que vivió cuando se coronó como la reina del Festival de Viña del Mar, en el año 2015.
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“Fueron 10 días dejando los pies en la calle. Fue una experiencia cansadora, pero bonita”, comenzó contando Núñez, quien luego fue invitada por Martín Cárcamo a contar la otra parte que no era tan linda, cuando tuvo que hacer el tradicional piscinazo en el Hotel O’Higgins.
Lo primero que confesó la modelo es que no sabía cómo realizar el piquero, algo que la tenía muy preocupada. Junto con lo anterior, Jhendelyn apareció ante la prensa con unos cristales adheridos al cuerpo, por lo que tenía temor de que se cayeran al momento de realizar la performance.
“Todas las reinas estaban más tiempo debajo del agua, yo estaba asustada y salí rápido y me puse la bata, porque ya tenía todo despegado (los cristales)“, dijo Jhendelyn, quien pensó que se había mostrado algo más que no debía.
“Estaba angustiada. Tenía bloqueada a mi mamá y a mi pololo de ese entonces, porque no quería transmitirles el miedo. Lo único que quería es que no se viera nada. Me abro la bata y no había nada (los cristales no estaban) y me puse a llorar como por cinco minutos“, confesó.
Finalmente la modelo manifestó que desbloqueó a su madre y esta le mandó un emoticon dando a entender que había salido todo bien, momento en que pudo respirar aliviada y celebrar el triunfo.
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