A través de su programa en Instagram El Aperitivo, transmitido por el perfil en es cuenta de la Revista Velvet, Jordi Castell ha podido conversar con diversas figuras mediáticas de manera tan distendida que incluso él ha soltado varias confesiones.

En una de sus últimas entregas, cuando le tocó entrevistar a Karla Constant, el fotógrafo reveló que tuvo que romper la cuarentena preventiva para salir de la región Metropolitana a visitar a su madre que vive en Rancagua.

Fue cuando la exanimadora de Mucho Gusto le contaba que lo más difícil ha sido estar lejos de sus padres, que el animador se confesó. “A veces les paso a dejar cosas y el verlos a distancia me corren las lágrimas“, contaba Karla, asegurando que cuando pase todo esto lo primero que hará será darles un abrazo.

Minutos antes Jordi había contado que su madre no está muy bien de salud, por lo que tuvo que ir a verla para saber qué necesitaba y proveerla de cosas. “Por suerte es Rancagua, aquí al lado. Pero igual me dio nervio ir a Rancagua porque era traspasar el cordón sanitario. Pero pucha, igual es mi mamá“, indicó.

Es una mujer que está un poquitito, no postrada, pero sí con un bastón y no puede valerse por sí sola para hacer las cosas“, detalló.

Y cuando Constant le contaba sobre su experiencia a la distancia, él confesó: “Yo la abracé y le di un beso. Obvio, si es mi mamá. No puedo no hacerlo. Mi mamá vive sola. Entonces, como que mi hermana está en Antofagasta, mi hermano en Concepción. Y lo pensé para mí: ‘¿Hace cuánto que no la abrazaba un hijo?’. Llevábamos un mes que estábamos en cuarentena, un mes y medio”.

Y fue como, na’, la abracé y le di un par de besos. Si me lo pega ella a mí, o yo, por último era un familiar“, agregó.

La animadora le preguntó que si había pensado en llevársela a vivir con él, pero Castell indicó que no tiene pieza de alojados, por lo que es un tanto imposible.