Para Pin Montané estos días de encierro han sido difíciles, como para la mayoría, pero aseguró que está bien dentro de todo.

Ha tratado de vivir el día a día y siente que queda para rato, según expresó a Jordi Castell en el programa El Aperitivo, transmitido por el Instagram Live de Revista Velvet.

“Estoy entregada a lo que tenga que pasar no más, a veces siento que me estoy volviendo medio loca viendo las mismas caras. Me cuesta hablar por teléfono, yo necesito estar en contacto con la gente”, expresó. Además, contó que volvió a pintar, es maniática del orden y le gusta limpiar el baño.

También dice que ha sido todo raro y que ha aprovechado de buscar recuerdos y fotos del pasado: “No somos nada, me lo tomo como un momento de ver qué me pasa a mí con todo esto y ha sido raro. La primera semana hice full deporte, ahora nada, busqué recuerdos en cajas, esto de volver al pasado y entender el presente, abrir esa caja y ver cartas que me escribía mi mamá cuando tenía 13 años, lloraba a mares”.

La actriz también recordó su parto, el que fue sin anestesia, en cuclilla, y para el que se preparó mucho y perdió bastante sangre. Fue por eso que para recuperarse puso su placenta en su batido diario: “Me tomé el batido y reviví, esto fue al otro día en la mañana. Desperté apaleada y fue lo que me ayudó a recuperarme. Cada uno tiene que hacer lo que le haga sentido”.

En cuanto a la televisión, Josefina Montané cree que se trata de un mundo muy frívolo: “La gente es tan cínica en la televisión, yo le compraba todo a todos, porque todos son encantadores, me costó muchos años cachar la onda de la tele. Me decían: ‘te falta ser más perra’, y es que yo nunca voy a ser más perra dije, nunca voy a ser así”.

Finalmente, contó que su dinámica diaria ha cambiado, lo que incluye la intimidad con su pareja. “Se altera todo, los horarios. Me quedo hasta muy tarde despierta, ha cambiado y hay días que tengo ganas y días que no”.