Este viernes el animador Francisco Saavedra estrenó su nuevo programa en Canal 13, Abrazo en línea, espacio que conduce desde su casa y que mostrará emotivas historias y relatos de chilenos que se ven enfrentados a la crisis por COVID-19.

La primera historia fue la de Aida, una chilena que trabaja en un voluntariado en el Hospital Calvo Mackenna, que se llama “Chinitas para la Jose“, nombre que lleva en honor a su hija Josefina que sufría una cardiopatía.

Mi hija nació con una cardiopatía y ya hace cuatro años que no está conmigo. La Jose falleció a los cinco meses, y yo me quedé en el Calvo Mackenna porque ahí están mis recuerdos, imagino que ella corre, que está en la misma sala y eso produce un montón de emociones que nadie puede entender”, explicó.

Debido a su trabajo en el hospital y también por la crisis sanitaria que atraviesa el país por el coronavirus, Aida no ha podido ver a su madre de 80 años.

La consecuencia más dura, Pancho, es no ver a mi mamá. Mi mamá está con una depresión, mi hermano menor hace un mes y medio… todavía no cumple el mes y medio, falleció, él era su contención y su amor“, expresó conmocionada.

Y agregó: “Alcanzamos a despedirnos de él pero ha sido difícil. Mi hermano tenía 45 años, tenía un sarcoma en los pulmones y una hemorragia masiva que se lo llevó y me dejó sola. Si yo siento esta pena, imagino que ella debe sentir la pena el doble”, contó Aida quien espera que su madre se vaya a vivir con ella.

Pancho Saavedra tomó contacto con la madre de Aida, Lola, quien vive en Tirua. El animador de Lugares que hablan le preguntó por qué no quiere irse a vivir con su hija.

“Yo le agradezco mucho, pero de irme a vivir… todos mis recuerdos buenos y malos están aquí, momentos alegres que pasamos. Entonces es muy difícil dejar la casa”, contestó la madre de entre lágrimas Aida.

Ante esto, Saavedra aprovechó el momento para dedicarles unas palabras de ánimo: “Esta situación nos hizo decirnos cosas que quizás antes no habríamos dicho, las dos han compartido el mismo sufrimiento de perder a un hijo y las dos hoy día están conectadas“.

“Yo quiero decirles que esto va a pasar y ya se van a poder encontrar en un brazo, se van a poder abrazar y tocar y usted le va a preparar sopaipillas, le va a preparar cazuela y se van a volver a ver”, concluyó Saavedra.