No cabe duda que la serie de Netflix, La Casa de Papel, ha sido un éxito a nivel mundial teniendo la cuarta entrega ad portas de su estreno este viernes.

Y es que el atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España que se vio en temporadas anteriores, y la idea de realizar un nuevo atraco en la próxima entrega, ha llamado la atención de la audiencia, sumado a las increíbles historias de sus personajes.

Y aunque muchos piensen que estos asaltos están bastante alejados de la realidad, y que solo se trata de ciencia ficción, sí hubo un par de sucesos similares donde los asaltantes lograron llevarse el dinero.

El gran robo de Niza

Fue en 1976 cuando Albert Spaggiari, decidió buscar la manera de ingresar al banco Société Générale, en Niza, Francia, por lo que junto a una serie de asaltantes, construyeron un túnel de aproximadamente 8 metros que llegaría hasta la puerta del banco.

El día 16 de julio de dicho año lograron ingresar al lugar tras botar una gran pared en medio de la Fiesta de la toma de La Bastilla, la cual se conmemora el 14 y mantenía a todos de fiesta, por lo que el día 17 entraron sin problemas a la Cámara para robar dinero, joyas y una serie de artículos.

Tal fue la calma con la que se perpetuó el robo que Spaggiari mandó a comprar en algunas ocasiones comida para hacer dentro del recinto, mientras escogían lo que necesitaban y enviaban el dinero por el alcantarillado, a través de bolsas plásticas hacia el punto de inicio.

Archivo
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No obstante, fue hasta el lunes 19 de julio que la policía se percató del suceso faltando entre 30 y 100 millones de francos menos, sumado a un escrito que decía: “Sin armas, sin odio y sin violencia”.

Posteriormente, la banda fue encontrada junto a Spaggiari, quien se fue a juicio el día 10 de marzo de 1977, donde logró darse a la fuga tras saltar por una ventana hacia una moto que lo estaba esperando.

El tiroteo de North Hollywood

Larry Eugene Phillips, Jr. y Emil Mătăsăreanu, se conocieron en un gimnasio de California, Estados Unidos en 1989, teniendo ambos la idea de realizar un gran asalto, cometiendo en 1993 el primero a un camión blindado.

Pero no fue hasta el 28 de febrero de 1997, que ingresaron fuertemente armados con 18 kilos entre rifles y materiales antibalas a una sucursal del Bank of América.

Los asaltantes, sincronizaron sus relojes para que no pasaran los 8 minutos, que era el tiempo que se demoraría la policía en llegar. Sin embargo a 2 agentes que hacían su ronda les llamó la atención que ambos entraran tan abultados al banco, y de inmediato reportaron un asalto.

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Al ingresar a la sucursal, Larry y Emil dispararon al techo para amedrentar, y obligaron al director a abrir la bóveda pero se encontraron con mucho menos dinero del que pensaban, por lo que encerraron al personal en la bóveda y tomaron un poco más de 300 mil dólares.

No obstante, no tuvieron éxito ya que la policía estaba esperándolos para atraparlos, eso sí, las armas de estos eran mucho mejores que las de los funcionarios pasando a un tiroteo que duró cerca de 20 minutos, falleciendo ambos mientras intentaban huir.

El tren de Glasgow

Fue en 1960 cuando Bruce Reynolds mientras se encontraba en la cárcel de Durham, comenzó a planear un gran asalto tras enterarse del discreto traslado de dinero que periódicamente realizaba el Royal Mail en trenes entre la ciudad escocesa de Glasgow y Londres.

Conocido como “el robo del siglo”, Reynolds tras salir de la cárcel se dirigió hasta Londres, y comenzó a reunir al equipo necesario para perpetuar el robo, trasladándose junto a todo el equipo a una granja que había arrendado uno de los asaltantes cerca del lugar del asalto.

Contexto | La Vanguardia
Contexto | La Vanguardia

Sin embargo no fue hasta el jueves 8 de agosto de 1963 que este grupo logró concretar el robo en el puente ferroviario cercano a Aylesbury, Buckinghamshire, donde tomaron el tren que contaba con una serie de envíos certificados, de los cuales gran parte tenía dinero en efectivo, transportando esa noche en total 2.6 millones de libras esterlinas.

Fue a eso de las 3 de la madrugada que el maquinista debió detener el tren por un semáforo en rojo, el cual había sido manipulando por los asaltantes, por lo que el ayudante del conductor bajó del transporte para tomar un teléfono y comunicarse para pedir ayuda, pero los cables habían sido cortados.

En dicho momento, lo rodearon mientras otros fueron hacia el maquinista, quien opuso resistencia y debió ser golpeado en la cabeza, siendo el único acto violento cometido en el asalto.

Posteriormente, este fue obligado a conducir al tren hasta un puente cercano donde el resto de la banda esperaba con un camión para cargarlo con 116 de las 126 bolsas que trasladaba ese día el transporte y dándose a la fuga, enterándose recién la policía del asalto casi dos horas después.

Sin embargo, horas antes una persona había dado cuenta de movimientos inusuales en la granja que habían arrendado, trasladándose rápidamente la policía al lugar, donde encontraron solo las bolsas de dinero vacías y una serie de implementos que habían utilizado los asaltantes, los que tenían una serie de huellas de estos quienes fueron detenidos años más tarde.