A más de un mes desde su estreno, El Discípulo del Chef se ha instalado como uno de los programas estelares fuertes de Chilevisión. Y esto no sólo se debe a la participación de los reconocidos chefs Sergi Arola, Yann Yvin y Ennio Carota.

También existe un cuarto chef que si bien no tiene la misma presencia en pantalla sí cumple un rol fundamental al interior del programa que conduce Emilia Daiber. Se trata de Rolando Ortega, cocinero que en 2016 fue reconocido como el mejor chef de Chile.

¿Cuáles son las tareas Ortega? Está a cargo de la producción gastronómica y supervisa a los participantes, brindándoles también clases de nivelación.

“Estoy en la parte creativa del diseño de las pruebas, somos tres quienes estamos ahí, pero yo aporto en la parte gastronómica de las pruebas. Cada vez que grabamos debo hacer el pedido de comida, mantener abastecido el mercado y además dirijo las clases de cocina que le hacemos a los participantes”, manifiesta Ortega al diario La Cuarta.

Rolando comenta que inicialmente, las clases estaban orientadas a que los participantes con conocimientos amateurs en cocina se acercaran lo más posible a quienes tenían estudios en el área. Ya con los capítulos avanzados, este propósito cambió un poco.

“Ahora que avanzó el programa, me junto con los chef de cada equipo y me dicen qué contenidos les gustaría o ven necesario que se refuercen, cómo hacer una buena salsa, cómo emulsionar, técnicas y cosas así, hacemos estas reuniones una o dos veces a la semana. Todos tienen diferentes niveles y distintas fortalezas”, sostiene el profesional.

Además, reveló que cuál es la relación que tiene con Carota, Yvin y Arola. “La comunicación que tengo con ellos es fluida porque en el fondo en las clases soy sus ojos, doy un informe, nada tan formal o les cuento si es que alguien no asistió a clases y el motivo también, soy como el contralor del programa”, cerró el cocinero.