Son alrededor de las 21.30 horas del domingo y Gino Costa contesta el teléfono. Suena alegre, relajado, como si este lunes fuera un día más en el matinal, pero sabe que no lo es. “Es un mito eso de que los que trabajamos en matinales nos acostamos temprano”, dice entre risas.

Como buen estudioso, como él se declara, se encuentra revisando la pauta del Buenos Días a Todos, programa que tendrá que animar desde esta semana, debido a las vacaciones de Cristián Sánchez. Pero no es todo, ya que también deberá asumir la conducción del late No culpes a la Noche.

“Me dieron la noticia el viernes, me dijeron que me preparara, que me encerrara a estudiar, que estaban las fichas puestas en mí, que asumiera el desafío y respondí con un sí rotundo”, declara Costa a Página 7, sobre esta experiencia que para él no es una nueva, pero sí con ciertos matices, producto de la situación social por la que atraviesa el país.

“Ya he reemplazado a Cristián, pero hoy es súper diferente. El contexto y los temas son distintos, hay otra sensibilidad. Que un animador de 32 años esté al mando de un matinal que se está haciendo parte del cambio social es algo clave, potente, una buena señal de TVN“, sostiene el periodista.

¿Se encuentra nervioso con este desafío? ¿Se ha preparado de una forma en especial? Son interrogantes que él mismo aclara. “Soy malo para ponerme nervioso (…) soy más mateo, a mí la seguridad me la da el estudio. He hecho hartas cosas sobre el estallido social que me permiten acercarme a la sensibilidad de por qué ocurrió y sigue ocurriendo todo esto. Es el momento de aplicar todos los conocimientos adquiridos”, manifiesta.

Mentores y anécdotas

Con ocho años en el matinal de TVN, Gino revela cuáles son los modelos que ha tenido en televisión y de paso cuenta una divertida anécdota en sus inicios en el programa.

Partí con dos grandes ídolos, que eran la Karen Doggenweiler y Julián Elfenbein. Ahora se transformaron en grandes amigos, con los cuales comparto bastante y ellos son muy mateos también. De los dos aprendí mucho y uno empieza a seguir estos modelos”, confiesa.

“Yo hice mi primer despacho en el Buenos Días a Todos el 1 de febrero de 2012, en un paradero del Transantiago, donde había mucha gente. Llego de vuelta a reunión de pauta, Julián se me acerca y me dice ‘tú vas a ser el futuro animador de la tele’, sin conocerme, no sabía quién era yo. A su vez la Karen ha sido extraordinaria, son dos personas increíbles”, comenta el comunicador.

Por último, Costa indica sobre esta oportunidad en la animación que “sería falso de mi parte decirte que era algo a lo que no aspiraba. He trabajado año a año para lograr esto y que se esté cumpliendo es súper satisfactorio y tiene una carga emocional muy grande por el contexto social en el que se cumple“, cerró el periodista ante su nuevo desafío.