Este año ha sido uno de cambios para Millaray Viera. Cumplió 30 y comenzó todo un proceso para ella, que consistió en hacerse muchas preguntas sobre lo que quería.

En el ámbito profesional ha sido muy exitoso, pues Chilevisión la ha potenciado muchísimo en su rol de animadora, primero con Sabingo -donde comparte con Juan Pablo Queraltó- y el programa prime Yo soy, el que ha tenido un muy buen rating.

No obstante, según contó en entrevista con la revista Paula, en lo amoroso no está muy bien, lo que se debe a su separación de Marcelo Díaz, con quien tiene una hija llamada Celeste.

“A mí los 30 me pegaron fuerte, pero no en el sentido de envejecer; yo no tengo un tema con eso, sino que me pregunté ‘pucha, qué estoy haciendo con mi vida, dónde estoy y dónde quisiera estar’, esas cosas que le pasan a uno cuando cambia de folio. Y fue a los 30 cuando decidí tomar las riendas de mi vida. Había sido mamá por segunda vez hacía poco y empecé a aceptar cosas que antes no, como por ejemplo esto de abrirme un camino en la televisión, que es algo a lo que yo era un poco reticente, y este año lo he vivido de una manera súper bonita”, detalló.

Sobre su quiebre, señala que “es un momento muy complicado familiarmente hablando, pero es parte de la vida. Tengo la sensación de que las emociones no se contraponen, sino que se complementan; entonces, a pesar de que estoy como cualquier persona que estaría en mi situación, trato de enfocarme en las niñas, en mi pega, y de disfrutar de esos momentos lo más posible, aunque las otras emociones también existan”.

Millaray aseguró que su separación fue en los mejores términos, “siempre poniendo a las niñas por delante, súper alineados en cuanto a lo que será el futuro de ellas; evidentemente no es un proceso fácil, pero yo siento que los dos vamos a estar bien”.

Cabe recordar que el exministro tiene una hija de una relación anterior, al igual que el rostro de CHV.

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Viera se cambió de casa hace un par de meses y señala que en ese periodo comenzó el distanciamiento con Díaz.

¿Es algo definitivo? No lo sabe, pero dice que “por ahora cada uno está haciendo su vida por su lado y eso es lo único real ahora. Eso es otra cosa que he aprendido; que lo único real es el presente, y lo real es que estamos viviendo cada uno en su casa”.

Finalmente, explicó que “una separación no se da de un día para otro, es algo que, al menos en mi caso, y creo que en la mayoría supongo, se va dando de a poco y llega un momento en que uno toma esa decisión no más, pero seguramente el año pasado es algo que no me planteaba, si no me habría separado en ese momento. Es complicado, pero es parte de la vida y sé que lo vamos a llevar bien, en paz; seguimos siendo familia finalmente (…) La responsabilidad de una separación es de ambos. Son muchos los factores, y el deber de seguir en paz y poniendo a las niñas por delante también es de los dos. Yo sé con quién me emparejé y sé que va a ser así”.