Este viernes se emitió un nuevo episodio de Podemos Hablar, siendo los invitados en esta ocasión Karla Rubilar, José Luis Bibbó, Yamila Reyna, Pangal Andrade, Iván Arenas y Ángela Prieto.
En este contexto, fue esta última actriz quien entregó una delicada confesión cuando Julián Elfenbein preguntó quién de los presentes ha sufrido un doloroso quiebre sentimal.
También puedes leer
Como lo indica la dinámica, Prieto se paró de su asiento y se puso en el centro del set, agregando que para ella era bastante obvia su respuesta: el término de su relación con el padre de su hija Luisa, el actor Ricardo Fernández.
“Nos separamos porque la relación no daba para más, pero cuando se rompe una familia siempre hay un antes y un después. Siempre hay una sensación de fracaso, uno trata de pelearla hasta el último aliento…pero cuando no funciona, no funciona”, expresó.
Ante eso, Ángela indicó que Fernández es un “muy buen papá” que hoy la relación entre ellos está bien, pero en su minuto le costó “salir a flote” y los medios de comunicación no ayudaron mucho en la situación.
“Ahora con distancia y altura de mira entiendo que el tiempo enfría todo. Quizás va a ser el hombre más importante de mi vida porque es el papá de mi hija y con el que voy a estar en contacto todos los días (…) Se me hizo muy cuesta arriba porque yo de verdad quería algo para toda la vida, no quería que mi familia se rompiera porque yo ya venía de padres separados, entonces ya tenía ahí una cicatriz…pero uno propone y la vida dispone (…) Las cosas por algo tenían que pasar”, afirmó.
Prieto contó que ambos dieron todo para seguir adelante, hasta fueron a terapia por un año, no obstante, no funcionó y decidieron separarse.
Por último, respecto a cómo trataron el tema por su hija, la actriz indicó que fue “todo un proceso” y que se apoyaron con psicólogos, tanto ellos como padres, como también para su hija, quien en ese entonces tenía 4 años. “Nos protegimos para tratar que el daño fuera menor, porque siempre hay un daño”, concluyó.
