Ya casi no aparece en pantalla. Sin embargo, Javiera Díaz de Valdés estuvo un año grabando Verdades Ocultas, teleserie a la que llegó para reemplazar al personaje de la actriz Carmen Zabala.

El cambio no fue fácil. Principalmente porque la historia tuvo que dar un giro surrealista y contarle a los televidentes que Agustina se había operado el rostro y por eso ahora su cara era la de Javiera.

“Fue un desafío porque llegué a reemplazar a una actriz, una persona que es mucho menor que yo y que ya tenía un personaje armado y llegué yo, una actriz muy distinta y la reemplacé en una situación súper rara, como que se había operado la cara y llegaba yo, entonces era muy desafiante, como hacer con verdad todo eso. Además todas las situaciones eran muy extremas, atropellar a la madre, robarse al hijo. Culebrón máximo“, comentó la actriz en el podcast de Mujer Dínamo.

Díaz de Valdés explicó que más encima guion al que debían enfrentarse como actores era todo un reto. “Yo al menos traté de no pensar y sólo hacer, traté de no cuestionar nada. Es una teleserie que tiene permiso para todo, no es realista. Falta que lleguen los marcianos o algún personaje sea un extraterrestre. Todo esta permitido, entonces es incuestionable. Es solo jugar y jugar, pero con la mayor verdad posible”, opinó.

Y agregó que “también era un desafío que la gente me aceptara, porque a la gente no le gustan esos cambios tampoco. Y le tenían mucho cariño a la actriz. Además, ella es más cómica y yo tomé el rol de una manera mucho más densa, porque no sabía de qué otra forma tomarme esas situaciones”.

De esta forma, la actriz enfrentó su participación y empezó a lidiar con el reconocimiento del público. “Fue bien impresionante, porque hace años que no estaba en televisión y todo el mundo ve esta teleserie parece. Todo el mundo te saluda en la calle, es realmente un fenómeno”, expresó.

Sobre esta fama masiva, indicó que “me había pasado, pero no a este nivel. Y eso que la teleserie lleva dos años y yo creo que va a ser eterna, jajá”, señalando que “antes era familiar para la gente y no me tenían tan identificada. Pero ahora no y en un tiempo fue bien cansador, porque estaba todo el día encerrada grabando y después al salir como que uno no descansa si estás con las miradas encima todo el rato”.