Sergio Járlaz se hizo conocido hace unos años cuando ganó el programa Factor X de TVN, donde muchos lo identificaron como un joven Luciano Pavarotti. En aquella época su obesidad era evidente, por lo que sorprendió su aparición en Viva la Pipol con una evidente baja de peso.
El cantante confesó que llegó a pesar 130 kilos y en dos años logró bajar casi 60, esto sólo con ejercicios y buena alimentación, sin ningún tipo de operación. Sin embargo, debido al exceso de piel que generó en su cuerpo, fue que tomó la decisión de someterse a una abdominoplastía.
“Este año ha sido un poco complicado para mí, porque bajé 55 kilos en dos años. Yo era obeso mórbido (…) soy cantante de ópera, entonces cuando estaba en el teatro, el cuerpo se me movía demasiado. Ahora incorporé un poco más de masa muscular”, explicó el ganador de Factor X en el matinal de CHV, quien en un mes regresó a los escenarios para volver a cantar.
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El punto fue que tras meses de haberse operado, se sometió a una nueva intervención para un retoque, ya que no le gustó como quedaron sus brazos.
“Ahí comenzó el caos. De una operación de 20 minutos, me movía y se abrían los puntos. Estuve con heridas en las axilas de septiembre del año pasado hasta fines de marzo de este año. No se cerraban, no podía hacer deporte, fue algo caótico. Me afectó harto”, confesó el cantante.
La idea era que se operara en diciembre del año pasado para recuperarse bien de sus operaciones anteriores, sin embargo, Sergio apresuró todo y lo hizo en septiembre. El gran problema fue que cuando se sometió a una tercera operación para cerrar las heridas, sufrió un infarto en pleno proceso. Según contó, se había automedicado con una pastilla para la ansiedad, ya que quería hacer deporte, pero esto debía evitarlo.
“Toda mi vida fui gordo, yo quería adelgazar por una cosa estética, por una cosa de salud. Soy joven y así no iba a durar mucho. Pero no quedé conforme, sólo quería que cerraran las cicatrices (…) Yo no avisé de esto (las pastillas) el día de la operación. Me iban a sacar piel de las piernas, para ponerlas de injertos en las axilas. El problema es que comencé a convulsionar y nadie entendía por qué”, aseguró el intérprete.
El relato de Járlaz sorprendió a todo el panel, que no podía creer que su invitado haya estado literalmente al borde de la muerte. De hecho, él reveló que llegó sin signos vitales a la Clínica Indisa: “De ahí no quise volver nunca más a la clínica, ya no me gusta entrar tanto a los hospitales. Yo lo hice para cerrar el tema de mi obesidad mórbida, y me tocó a mí, hay que sobreponerse a las cosas”.
En medio de todo este relato, y aprovechando la presencia del doctor Pedro Vidal de la Clínica La Parva, el especialista dio su visión a la situación vivida por el cantante.
“Hay mini factores, como el proceso de cicatrización. En el caso de los hombres tienen muchos problemas de recuperación, porque la piel no es tan resistente como la de las mujeres. La abdominoplastía en el caso de los hombres es excepcional. El 100% quedan descontentos”, comentó el cirujano plástico, quien no se mostró muy convencido de la versión de Sergio Járlaz.
Esto porque según contó el invitado a Viva la Pipol, a él le aplicaron anestesia local durante la intervención, y por lo que explicó Pedro Vidal esto era un riesgo tremendo para el nivel de la operación, e incluso, aseguró que la pastilla que se tomó Sergio no tenía nada que ver con las convulsiones que sufrió el cantante.
Pese a todo, Járlaz confesó que hoy no tiene ningún tipo de problema, que ya asumió las cicatrices que quedaron en su cuerpo. Claro que eso no ha sido impedimento para que se siga luciendo en los escenarios.
