Todo una polémica generó el beso en la boca del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, a la jugadora Jennifer Hermoso.
En redes sociales han hecho eco numerosos medios internacionales, con críticas hacia una acción que algunos representantes políticos en España califican de “violencia sexual”.
Rubiales dio este domingo un beso en la boca a la futbolista española tras agarrarla por la cabeza, durante la entrega de medallas tras proclamarse España campeona del mundo de fútbol femenino.
“No me ha gustado”, manifestó la jugadora en el vestuario a través de Instagram.
Posteriormente mediante unas declaraciones difundidas por la federación manifestó que fue “un gesto de amistad y gratitud”, algo “totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial”.
Rubiales calificó su acción como “una muestra de cariño sin importancia” y “una cosa sin maldad”.
Buscarán ‘consecuencias inmediatas’
Medios como el británico The Guardian, los estadounidenses The New York Times y Forbes, los franceses LÈquipe y France 24 y CNN recogieron la polémica.
La ministra española de Igualdad en funciones, Irene Montero advirtió en la red social X que “no demos por hecho que dar un beso sin consentimiento es algo ‘que pasa’. Es una forma de violencia sexual”.
“Lo que todas pensamos, si hacen eso con toda España mirando, qué no harán en privado. La violencia sexual contra las mujeres tiene que terminar”, denunció la ministra española de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra.
El ministro español de Deporte en funciones, Miquel Iceta, en declaraciones a la emisora estatal RNE, consideró “inaceptable” la acción del presidente.
El protocolo de actuación frente a la violencia sexual de la Real Federación Española de Fútbol establece que contactos físicos como “atraer con el brazo con el intento de besarles” o “besar a la fuerza” deben ser considerados “situaciones, actitudes y comportamientos relacionados con la violencia sexual”.
“Estas conductas son inaceptables y conllevarán consecuencias inmediatas”, señala el texto.
En España hay sentencias que consideran un beso en la boca como una agresión sexual, aún sin violencia, si la víctima declara no haberlo consentido.
María del Prado Escoda, de la asociación española de Juezas y Jueces por la Democracia, declaró a EFE que en este caso existe además otra dimensión.
“El beso lo está dando una persona en una posición de superioridad laboral con respecto a la otra, (por lo que) no solo es violencia sexual, también es una violencia y un abuso de poder”, señaló.