El pasado 21 de abril, Arturo Vidal presentó una querella en la que acusa a Carlos Albornoz Pardo, su primo y hombre de confianza, de los delitos de administración desleal y contrato simulado.

El hombre, a quien Vidal consideraba como un padre, era el encargado de manejarle parte de las inversiones que el futbolista mantiene en Chile, consignó La Tercera.

Los daños se valoran en torno a los cinco millones de dólares (más de 4 mil millones de pesos chilenos), e incluyen traspasos de bienes que el volante asegura jamás haber visado, y cuantiosas peticiones de créditos donde el futbolista aparece como aval, sin haber tenido su consentimiento.

El vínculo de negocios entre Vidal y Albornoz data de 2013, cuando constituyeron la sociedad Inversiones Vidal SpA, que cambió su nombre tras algunos años a Inversiones Vidal II SpA.

El ‘Rey’ figura como el dueño del 99% de las sociedades y su primo con lo restante. Albornoz, además, fue designado por Vidal como el administrador y el gerente general de la compañía.

Con fondos “íntegramente del bolsillo” del jugador, Inversiones Vidal compró tres terrenos en Chicureo por $1.830 millones, donde se emplazaría el Club Chicureo, uno de los anhelos del seleccionado chileno.

En 2014, Albornoz sumó al negocio a su hermano Víctor Albornoz Pardo. Tras ello, la participación del volante en la sociedad se redujo a un 60% y el porcentaje restante quedó en mano de los hermanos Albornoz, en partes iguales.

El 25 de junio de 2020 el primo del seleccionado chileno, en representación de Inversiones Vidal II SpA, se transfirió para sí mismo la parcela número 21, en una transacción que tuvo un valor de 7.000 UF (unos $200 millones a la fecha), un dinero que “jamás ingresó a la sociedad”.

Asimismo, Vidal descubrió “cuantiosos préstamos” solicitados por Inversiones Vidal II SpA por más de $4 mil millones, en los que él figura como aval en caso de no pago, sin haber sido consultado.

De acuerdo a la acción judicial presentada en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, el dinero proveniente de los préstamos jamás regresó.

Es más, fueron destinados a la sociedad Manufacturas de Productos de Aluminio y otros Limitada, que tenía hasta julio de 2018 entre sus socios a Carlos Albornoz y que en la actualidad tiene como único dueño a Víctor Albornoz.

En el escrito se menciona la creación de otra empresa, también a cargo de Albornoz: Área 23, con el objetivo de administrar el Club Chicureo.

Ahí aparece otro involucrado, Marcelo Henríquez. Su gestión derivó en la deducción de 12 demandas contra la compañía, otro perjuicio directo para Vidal.