Una particular situación vivió Brayan Manosalva, portero de San Luis de Quillota, en el partido en que su equipo empató 1-1 con Deportes Puerto Montt, en condición de visitante.

El arquero ‘canario’ recibió diversos proyectiles, al convertirse en una de las figuras que impidió el triunfo de los locales, en el estadio Chinquihue.

“Fueron monedas y encendedores. Eran como mil 700 pesos, recuerdo que era una moneda de $500 y el resto puras de $100. También dos encendedores”, manifestó a Las Últimas Noticias el golero.

“Esta vez me tocó jugar con la barra en contra atrás, íbamos ganando, no se les estaban dando las cosas y me las tiraron con bastante fuerza, porque la galería está lejos de la cancha. La mayoría de las monedas estaban dentro del arco y en el área chica”, agregó Manosalva.

Brayan asegura que está acostumbrado a insultos y gritos de los fanáticos, pero “es la primera vez que me lanzan cosas”.

Le dije al árbitro todo lo que me habían tirado, que debía estar más atento, pero nada fuera de contexto, porque uno entiende que es parte de”, sostuvo el guardameta del elenco quillotano.

Brayan Manosalva
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A raíz de esto, es que Manosalva hace un análisis de lo que se vive hoy en las tribunas: “En general el deporte está raro, la gente está más agresiva. Mi familia me llamó después del partido, preocupados”, esgrimió.

“Ese día, mi mujer estaba preocupada, pero dentro de todo hay que acostumbrarse a cómo está la situación”, comentó con resignación.

Por último, revela qué hizo con las monedas reunidas. “Se las pasé a un caballero que estaba ahí, no sé quién sería. Me topé con un excompañero, le cambié la camiseta y le pasé todo a este señor”, sentenció.