Un nuevo capítulo sumó este lunes el escándalo del arbitraje en el fútbol nacional. Lo anterior, luego que se revelara una investigación de 200 páginas sobre la denuncia de Francisco Gilabert.

Recordemos que el juez aseguró, mediante un audio filtrado por ADN, que había recibido ‘presiones’ para cobrar un penal a favor de Huachipato, en el duelo ante Deportes Copiapó, válido por la Promoción.

Finalmente, el informe emanado desde la ANFP arrojó que no hubo órdenes para ejecutar algún cobro, señalando que, por el contrario, se orquestó una operación de parte del referato chileno, para sacar a Javier Castrilli de su cargo de jefe técnico del gremio.

Y uno de los periodistas más críticos con la gestión de Castrilli, tras revelarse esta polémica, fue Juan Cristóbal Guarello, quien a la luz de los nuevos antecedentes, hizo una fuerte autocrítica.

“El informe del oficial de cumplimiento de la ANFP no admite dos lecturas. En el partido entre Huachipato y Copiapó no hubo intervención, ni llamado, ni violación del protocolo del VAR“, comenzó diciendo, en una columna en el diario La Tercera, titulada ‘Asumo todo’.

“Los audios (de Gilabert) son de un hombre confundido, aplastado por los hechos, sus conclusiones, en caliente, son escandalosas. Eso fue el 26 de enero, el 3 de marzo Jerez me los envía. Los audios me parecieron gravísimos y los guardé más de un mes”, agregó.

Guarello y su fuerte autocrítica

Guarello recordó que una vez publicados estos audios, previa consulta a un abogado especialista, “hubo un terremoto en el arbitraje y Javier Castrilli, presidente de la comisión de árbitros fue despedido esa misma tarde”.

Luego, vino su ‘mea culpa’: “Había una noticia para contar, pero también, se exige una distancia crítica sobre esa misma noticia”, señaló el ‘Tenor’.

“De mi parte, no existió esa distancia, esa prudencia. Esta profesión no admite giles ni ingenuos. Y esta vez lo fui”, sentenció Guarello.