El partido entre Universidad Católica y Unión La Calera jugado en septiembre de 2019 cambió la carrera de Francisco Silva. Esto porque terminó con una doble fractura en una de sus piernas, tras una falta de Matías Laba.

Desde entonces ha pasado por un largo proceso de recuperación, que incluyó dos operaciones. Un año después de la lesión logró volver a jugar por los cruzados, pero no con la regularidad de antes.

Hasta ahora ha sumado 106 minutos con Holan a cargo de la UC, en seis encuentros durante la temporada. Ahora el ‘Gato’ nuevamente debió pasar por pabellón, ya que las molestias lo siguen afectando.

“Nadie sabe por todo lo que pasaste. Esas noches sin dormir del dolor, que a cada rato debía cambiarte las compresas frías. Fue muy duro para ti, pero nadie lo vio”, relató Katalina Honorato, su esposa, en Instagram, dando cuenta de que no han sido tiempos fáciles para la familia.

En conversación con el diario Las Últimas Noticias, Katalina detalló que el jugador se sometió a una tercera intervención, para acabar definitivamente con los dolores en su extremidad.

“No era una operación programada, pero la verdad es que, desde la primera operación, Francisco siempre siguió con mucho dolor al correr. Luego se le había formado un callo en la pierna, lo volvieron a operar y se dieron cuenta que se le habían pegado los tendones al callo. A pesar de la segunda operación, Francisco siempre siguió con mucho dolor. Había días buenos y días malos, pero él sentía que algo no estaba bien. No era normal que después de casi un año y medio no pudiese volver a jugar”, detalló su esposa.

Como el hueso no había sellado bien, fue que se decidió intervenir otra vez al ‘Gato’. Esta vez se espera que sea la última cirugía, por lo que tras unos días de reposo podría volver a jugar, sin mayores problemas.

“Ahora sí estamos más optimistas, ya que sentimos que encontraron el problema que estaba afectando realmente, y esperamos que sea la última y definitiva, para que pueda volver a jugar y recuperarse bien”, agregó Katalina.

Meses difíciles

Según explicó Katalina Honorato, Francisco no estaba pasando por un buen momento en lo anímico. Esto porque en un principio le dijeron que en seis meses podría volver a jugar con normalidad, pero terminó pasando un año y medio antes de que retornara a las canchas.

De todas formas esto no fue a su máximo nivel, ya que solo alcanzaba a jugar los últimos minutos de los partidos.

“Francisco llegaba bajoneado a la casa, sentía que no podía rendir. No funcionaba bien y todo el tiempo sentía molestias. Era muy frustrante para él, porque de la noche a la mañana salió a las canchas”, confesó la esposa de Silva.

Por lo mismo es inevitable pensar en el retiro, pero el ‘Gato’ mantiene la esperanza: “El retiro es algo que tarde o temprano va a llegar, pero él siempre se imagina que será en Católica, jugando los partidos, no lesionado. Sería muy triste que se tenga que retirar de esta manera, es por eso que lo ha seguido intentando y fue por su tercera cirugía”, sentenció.