Tras ser eliminado de la Copa Sudamericana, Unión La Calera ahora enfrenta un nuevo dolor de cabeza, debido a una denuncia emitida por la Seremi de Salud de la región de Valparaíso.

Desde la secretaría se está investigando al club por una supuesta suplantación de identidad de un jugador del plantel para evitar un test PCR.

Todo habría partido en noviembre, cuando se habría cometido la irregularidad luego que un jugador diera positivo en septiembre por COVID-19.

Según detalla el diario El Mercurio de Valparaíso, fue el laboratorio que trabajaba realizando los PCR del cuadro ‘cementero’, el que se autodenunció hace unos días en la Oficina Territorial Viña del Mar de la Seremi de Salud.

Claro que fue esta suplantación la que encendió las alarmas: “Esta situación hizo dudar a los técnicos que tomaban las muestras, quienes se habrían percatado que algo extraño estaba ocurriendo, pues después de la primera detección es normal que pasen incluso hasta 90 días en que los hisopados sean positivos por COVID-19”, detalló el diario nacional.

Junto con esto, el Seremi de Salud de la región de Valparaíso, Francisco Álvarez, confirmó la denuncia y agregó que “en el caso de que los tribunales determinen que existen actos que revisten la calidad de delito, los condeno profundamente en razón de la gravedad de los hechos”.

Este escenario complica de manera tremenda a La Calera. De confirmar que hubo intención de hacer la suplantación, el club podría perder puntos en el campeonato nacional; y en caso de comprobarse que no hubo dolo, de todas formas se expone a fuertes multas.

“Si nos llegan a solicitar, estamos dispuestos a facilitar todos los antecedentes que sean necesario para esclarecer la situación”, explicó el gerente general de Unión La Calera, Martín Iribarne, que se mostró dispuesto a aportar en todo lo necesario.