El pasado miércoles, el deporte chileno sufrió un duro golpe al conocerse el fallecimiento de la exatleta Marlene Ahrens, quien destacó, entre otros logros, por obtener medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Melbourne, en 1956.

A partir de ahí se esperaba que la deportista comenzara el apogeo de su carrera, pero contrario a lo que todos esperaban, tuvo un repentino estancamiento comenzando la década de los 60. Luego, en 1964 fue castigada por los dirigentes del Comité Olímpico de Chile, lo que impidió que participara de la cita olímpica de Tokio.

¿Qué pasó? Ahrens lo explicó en una antigua entrevista condedida al diario La Tercera en 2013.

“Me suspendieron por un año en víspera de los Juegos, por unas declaraciones que salieron en el diario Clarín y que yo desmentí. Le pedí al periodista que fuera a la Federación para que dijera lo que señalé y lo que él reprodujo. Igual me castigaron“, señaló la atleta en aquella oportunidad.

Pero no fue sólo eso. Ahrens también aseguró que dicha sanción impuesta tiene que ver con un episodio de acoso sexual que vivió en los Juegos Panamericanos de Chicago, en 1959, cuando el presidente del COCh, Alberto Labra, intentó sobrepasarse con ella.

“Tenía sangre en el ojo conmigo. Todo porque cuando fuimos al Panamericano de Chicago 1959, él se sobrepasó y yo lo frené. Por eso, cuando él salió elegido, se agarró de esas declaraciones y no hubo caso“, expresó al citado medio, agregando que tras este episodio no quiso saber más del atletismo.

“Cuando pasó el año, yo apelé con pruebas, pusieron una comisión elegida por ellos y al final dijeron que no merecía el castigo. Pero para que no tuviera que dimitir el directorio, sometieron el fallo a votación y trabajaron los votos. No me dejaron exponer mi parte, fue una votación viciada. Y ahí dije ‘nunca más’”, cerró la experiencia.

Recordemos que tras abandonar el atletismo, Marlene Ahrens incursionó en otras disciplinas, como la equitación, donde incluso representó a Chile en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, en 1995.