El 22 de mayo de 1991 es una fecha que los hinchas colocolinos no olvidarán jamás. Ese día, hace 29 años, el conjunto albo clasificó a la final de la Copa Libertadores de América, dejando en el camino al siempre poderoso Boca Juniors.

Sin embargo, hay un protagonista de aquel partido disputado en el Estadio Monumental que tiene un motivo adicional para recordarlo. Quizá hasta una cicatriz. Se trata de Carlos Navarro Montoya, portero del cuadro ‘xeneize’ en dicha época.

Recordemos que en medio del encuentro, ya lapidado 3-1 a favor del ‘Cacique’, se registró una batalla campal, en donde los empujones, escupitajos y golpes no cesaban. Y fue en medio de esa gresca que se registró una imagen que quedó para la posteridad y que es comentada hasta el día de hoy.

Esa imagen fue protagonizada por Ron, un perro de los efectivos policiales que intentaban poner orden a la batahola generada en el partido entre chilenos y trasandinos, quien logró deshacerse de la contención del carabinero y le propinó un fuerte mordisco en el glúteo derecho a Montoya.

A partir de ahí, Ron se convirtió en una suerte de ‘rockstar’, siendo portada de diarios y revistas de la época, y en donde su historia atravesó fronteras. Incluso, a donde iba el can, la gente le recordaba a carabineros la “proeza” de Ron en Pedrero, recuerda Infobae.

¿Qué pasó con Ron?

A pesar de gozar de una gran popularidad, eso no fue suficiente para detener el paro cardíaco que acabó con la vida del animal en diciembre del año siguiente, cuando realizaba prácticas en el campo canino policial. Eso sí, su marca continuaría intacta.

Fue tanta la admiración que causó Ron, que en el mismo Estadio Monumental el club instaló una placa conmemorativa para rendirle homenaje y siempre se encarga de recordar al animal que fue testigo privilegiado del único equipo chileno que levantaría hasta la fecha el torneo más importante del continente a nivel de clubes.

Por último, sus restos se encuentran enterrados en el cementerio canino San Francisco de Asís, en Buin, señala el medio argentino Clarín con una lápida en donde resaltan su nombre y su fecha de nacimiento, lugar al cual hinchas colocolinos acuden cada 22 de mayo para recordarlo.