En mayo del año pasado, Arturo Longton sorprendió en Pasapalabra al revelar un dato curioso del exboxeador Mike Tyson, del cual es un ferviente admirador.

En dicha oportunidad, el exchico reality contó de la vez que el otrora pugilista estadounidense quiso “romperle la cara” a Brad Pitt, episodio que el mismo Tyson confirmó en su autobiografía titulada Undisputed Truth (La Verdad Indiscutida).

La historia en cuestión se remonta a 1989, cuando el deportista tramitaba su divorcio con la actriz Robin Givens.

El boxeador ya se había referido a esta situación en el programa de televisión The Real hace un tiempo, indicando que cuando se dirigía donde su abogado para ver el papeleo del divorcio, decidió desviarse donde su expareja. Recordemos que a pesar de estar distanciados, ambos continuaban manteniendo relaciones sexuales esporádicas.

Al llegar, vio que Givens no estaba en casa, pero cuando se iba yendo del lugar, se percató de que la mujer llegó a su casa y venía acompañada por Brad Pitt, algo que fue un duro golpe para él.

Yo estaba en un coma emocional. Habían tomado mi corazón y lo aplastaron, todo eso me dejó completamente abrumado. No tenía energías para pelear ni nada”, comentó el exboxeador, agregando que su presencia bastó para asustar al actor reciente ganador del Óscar.

Brad debió haber estado ebrio o algo, pero me imploraba que no le pegue y me decía que sólo estaban repasando un libreto”, manifestó Tyson, agregando que “me pareció un tipo muy amigable. No estoy enojado con Brad, de ninguna manera. No le guardo rencor porque, si así fuese, ya no estaría vivo”, sostuvo en su estilo, recordó BioBioChile.

Givens desmiente a Tyson

Quien tiene una versión distinta de lo que ocurrió ese día fue precisamente Robin Givens, quien, años después de aquel episodio, descartó que existiera la posibilidad de una pelea.

“Eso jamás pasó”, declaró la actriz en una entrevista, confesando que Tyson no tuvo injerencia en su breve relación con el actor de Hollywood.

Brad y yo nos conocimos en una clase de actuación y era un momento en el que ambos nos tomábamos muy en serio nuestro trabajo. Además, no podíamos caminar por la calle y la gente revisaba nuestra basura. Era mucho para los dos”, manifestó.