Para cualquier niño amante del fútbol, salir de la mano de sus ídolos al terreno de juego es un verdadero sueño. Sin embargo, un grupo de clubes de Inglaterra convirtió esta práctica en un rentable negocio, algo que generó duros cuestionamientos en el país donde nació la actividad.

De acuerdo a una investigación del medio británico The Daily Telegraph, serían 13 los clubes que exigen altas sumas de dinero a los padres de los pequeños, que buscan acompañar a la estrellas de la Premier League, entre los que destacan Norwich City, Aston Villa y West Ham United.

Mientras en los dos primeros el monto que deben desembolsar es de 500 libras esterlinas (poco más de medio millón de pesos), el exconjunto que dirigía Manuel Pellegrini es que más dinero pide por esta práctica: 700 libras (más de 700 mil pesos).

No obstante, cabe señalar que son siete los clubes que no adhirieron a este “negocio”: Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester United, Manchester City, Newcastle y Southampton sortean los cupos entre sus socios.

“Si el Southampton puede hacerlo gratis, no entiendo por qué otros no pueden hacerlo también (…) se ha convertido en un privilegio de los adinerados y radicalmente contrario a las raíces de clase trabajadora del juego”,señaló indignado El presidente de la comisión parlamentaria de Deportes, Cultura y Medios de Inglaterra, Julian Knight.

En tanto, Malcolm Clark, representante de la Asociación de Aficionados de Fútbol, señaló que le resulta irónico que la recaudación por los “niños escoltas” vayan a favor de ONG’s que trabaja para comunidades desfavorecidas, ya que “las principales víctimas del negocio son precisamente las familias de esos barrios”, manifestó.

West Ham United, principal aludido por la publicación del Telegraph, ya señaló que a partir de la próxima temporada reservará tres cupos gratuitos por partido para dicha modalidad, algo que fue considerado como “pobre”, por Amilah Dobson, vicepresidenta del grupo de seguidores junior.

La mujer señaló que lleva bastante tiempo insistiendo a la presidencia del club que rebajen los precios, ya que muchas veces, supera al de las entradas más caras. “Está dañando a la marca” con dicha práctica, sentenció Dobson.