Lo que ocurrió en el torneo Futuro en Doha, Qatar, abrió todo un debate en el tenis mundial. El partido de Artem Bahmet fue considerado como uno de los peores de la historia. Perdió en dos sets por un doble 6-0, en exactos 22 minutos, y de inmediato encendió las alarmas.

Durante el encuentro, Bahmet dejó en evidencia que no sabía jugar. No manejaba bien la raqueta, sus saques eran extraños, y constantemente fallaba en sus tiros; con esto su rival, Krittin Koaykul no tuvo problemas en ganar el partido.

Este resultado generó sospechas en redes sociales, luego que se filtrara, según el portal deportivo Marca, que Bahmet era en realidad el agente de un conocido apostador. Debido a esto, todo el dinero que se apostó fue a favor de quienes eligieron a Koaykul como ganador, y eso fue lo que pasó.

Sumado a esto, se liberó la información de que la Federación Ucraniana de Tenis no tiene registros del supuesto jugador, nunca ha estado en los ránkings, y ni siquiera hay referencias de su actividad profesional.

Por lo mismo, se inició una investigación para determinar si hubo apuestas ilegales o no. De todas formas, la Federación Internacional de Tenis busca frenar esto, ya que si bien fuera del gran circuito profesional está regulado, en los torneos locales o de menor importancia, no hay control.

De hecho, en octubre pasado se procesaron a 25 implicados, la mayoría de ellos tenistas profesionales, los cuales llegaron a ganar 3,6 millones de euros (más de 3 mil millones de pesos) en casas de apuestas.