La polémica por la organización de la final de la Copa Libertadores aún no se acaba. Recordemos que tras la suspensión de la realización en Santiago el próximo 23 de noviembre, todo se movió para que el partido entre Flamengo y River Plate se disputara en Lima, Perú.

En este contexto, fueron las palabras del presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Alejandro Domínguez, las que no cayeron nada de bien en el Ministerio de Deportes de Chile.

“Avanzamos en 11 días lo que nos había costado más de 11 meses. Creo que todo estaba dicho como que Lima era la ciudad donde tendríamos que haber venido desde el principio”, lanzó Domínguez por la recepción peruana, en una frase que no cayó nada de bien en Cecilia Pérez.

Según consignó La Cuarta, la respuesta de la jefa de cartera generó repercusiones a nivel latinoamericano.

“Las declaraciones del señor Domínguez fueron una sorpresa negativa que nos dejó un sabor amargo. No fue lo que nos dijo por videoconferencia. Entendimos, aún cuando le garantizamos todas las medidas de seguridad para que se realizara. Los clubes que tenían que disputarla, señalaron que sus jugadores no se sentían seguros viniendo a Chile. Lo comprendimos, aún cuando le señalamos que contábamos con todas las medidas de seguridad”, partió explicando la ministra, claramente molesta.

Fue su comentario posterior el que causó polémica, ya que reveló parte de las exigencias de la Conmebol para que se realizara la final de la Libertadores en Chile.

“Cuando él señala que en 11 meses no se hizo lo de 11 días en Lima, ¿a qué se refería? ¿A que nosotros como gobierno no les aceptábamos una ley corta que los eximiera de impuestos a la Conmebol y sus patrocinadores? ¿Se refería a que no aceptamos cerrar dos meses antes el Estadio Nacional y no pudieran entrenar nuestros deportistas?”, lanzó sin filtro Pérez.

Eso no fue lo único, ya que después mencionó que el Gobierno se negó a pagarle una fiesta de 40 millones de pesos a los gerentes de la Conmebol y a sus patrocinadores en el Castillo Hidalgo.

Tras estas graves acusaciones, Cecilia Pérez exigió que el presidente de la Conmebol se retracte de sus palabras, y que aclare que todo fue un malentendido.

“No nos parece que habiéndose tomado la decisión de llevar la final a Perú, aduciendo públicamente en su minuto temas de seguridad, que eso nos dijeron y comprendimos. Que se señale que en 11 días lograron más que 11 meses. Si fueron esos los motivos, entonces fue por lo que negamos y lo digo con mucha fuerza: lo volveríamos a negar. Nuestros deportistas, nuestras leyes y normativa están primero que todo evento y organismo internacional”, complementó la ministra, que rápidamente acaparó las portadas de los medios internacionales.

“Uno espera que para el futuro, este nuevo liderazgo, con el mal pasado que tienen, digámoslo con todas sus letras, puedan avanzar a un liderazgo serio, responsable y mayor transparencia de cómo comunican las decisiones en privado”, cerró muy molesta la ministra.