El 3 de septiembre de 1989 quedará grabado para siempre en la historia del fútbol chileno. Este martes se cumplen 30 años del histórico Maracanazo, como se conoció a uno de los mayores escándalos que recuerden el balonpié nacional.
En pleno segundo tiempo del partido entre Brasil y Chile válido por las eliminatorias del mundial de Italia 1990 cayó uma bengala muy cerca de donde se encontraba ubicado el arquero chileno Roberto ‘Condor’ Rojas, lo que dio paso a un alboroto en el estadio, ambiente que ya estaba caldeado en los días previos, gracias a la prensa.
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El portero se retiraba ensangrentado y en camilla del terreno de juego, junto con toda la delegación chilena. ¿El culpable de haber lanzado la bengala? Estaba entre la multitud y era una joven de 24 años, que asistía por primera vez al estadio Maracaná.
Rosenery Mello do Nascimento Barcelos da Silva era su nombre y luego de ser detenida por la policía brasileña indicaría que un grupo de fanáticos le pasó la bengala, la cual no dudó en prender para ser parte de la fiesta. “Fue sin querer”, reconocía a los medios en aquella época.
Madre de una menor de 10 meses, Rosenery se convirtió en una de las figuras más odiadas en Brasil, ya que el castigo por los incidentes eran inminentes, sin embargo, la historia, como es sabido, daría un vuelco en 180 grados.
A partir de dicho incidente, empezó a ser conocida como la ‘Fogueteira del Maracaná’, apodo que le valió la invitación a diferentes canales de televisión, pero una de las propuestas más importantes y que no podría rechazar sería la de la revista Playboy, la cual la quería en su portada.
La mujer aceptó y recibió 40 mil dólares por su aparición en la tapa de la revista con la leyenda “la desnudez y la gracia de la cohetera del Maracaná”. Sin embargo, tras esto, despilfarró el dinero, sin ahorrar nada para asegurar su futuro.
Luego de todos estos episodios, Rosenery terminó separándose de su marido y se fue a Brasilia donde probó suerte con un puesto de hot dogs, según detalla La Cuarta, aunque no con el éxito que ella esperaba. No obstante, la peor noticia para la mujer llegaría en 2011, cuando la recordada Fogueteira, falleciera a los 45 años de edad, producto de aneurisma cerebral.
A 30 años de aquel recordado episodio solo queda el recuerdo de una de las protagonistas de la historia más bochornosa para el fútbol chileno.
