En 2010 se registró un macabro crimen en Brasil, uno que involucró una reconocida figura de uno de los clubes más populares de dicho país: el Flamengo.

Se trata del portero y excapitán de la institución de Río de Janeiro, que hace 9 años ideó un siniestro plan para asesinar a su novia, la modelo Eliza Samúdio, debido a que ella reclamó la pensión para su bebé de cuatro meses.

El arquero pidió ayuda a sus amigos para llevar a cabo el plan. Para esto, la engañaron con el pretexto de llevarla a un departamento que supuestamente le habían arrendado para ella y el bebé, lugar donde finalmente la mataron, descuartizaron y luego dieron los restos a los perros.

Si bien el cuerpo jamás fue encontrado por las autoridades, la declaración de uno de los involucrados, el primo de Bruno, fue clave para resolver el caso.

Finalmente, Fernandes fue condenado a más de 20 años de prisión, por ser el autor intelectual del crimen. Sin embargo, el guardameta de 34 años se vio beneficiado por una decisión judicial que le permite regresar a un régimen semiabierto tras el homicidio.

Esto habría hecho que el Poços de Caldas FC, club de las categorías regionales en el estado de Minas Gerais, se fijara en el golero para integrarlo a sus filas, una noticia que ha generado controversia en el país.

Así lo afirmó el presidente del club, Paulo César da Silva, quien señaló que “probablemente la semana que viene empiece a entrenar”, dijo al medio brasileño Globoesporte.

De todas formas, a pesar del anuncio del club, el jugador aún necesita una autorización de la justicia para trasladarse hasta la localidad de Poços de Caldas, algo en lo que ya se encuentra trabajando su abogada Mariana Migliorini.