“Era la medalla que me faltaba”. Con estas palabras la patinadora nacional María José Moya se refería a la presea dorada que consiguió en los recientemente finalizados Juegos Panamericanos.

La chilena se impuso en la prueba de 300 metros contrarreloj, consiguiendo un tiempo de 26 segundos y 441 milésimas, por lo que pudo superar a sus rivales de Colombia y Guatemala, quienes completaron el podio.

El logro de ‘Pepa’ es mucho más meritorio aún, teniendo en consideración que dejó de competir por un tiempo, debido a que se convirtió en madre. Por lo mismo es que la bicampeona mundial de patín carrera en 200 metros en 2012 y 2014, confesó que su familia fue vital para conseguir este logro.

“Mi familia fue súper importante. Sin ellos no podría haber vuelto a competir, no podría haber entrenado, ni haber cuidado a mi hija . Ellos fueron un pilar fundamental”, relató la deportista en Muy Buenos Días.

Consultada sobre su madre, María José no pudo contener la emoción en el matinal de TVN. “Mi mamá trabaja en el sur puertas adentro. La llamé (después de ganar la medalla) y me dijo que la perseverancia, el esfuerzo y el sacrificio son la clave“, sostuvo visiblemente emocionada.

Asimismo, agregó que llamó a su padre, quien se encontraba con su hija. “Mi bebé estaba feliz, me miraba y me gritaba. Cuando me ve correr levanta su mano”.

hija de maria jose moya
Captura | TVN

¿Qué le dijo su papá? “Él me dijo que todo el sacrificio tiene su recompensa”, dijo Moya, quien fue acompañada a Perú por su entrenador y preparador físico, quienes costearon de su bolsillo la estadía en Lima.

Además, ‘Pepa’ se refirió a la vida del deportista de alto rendimiento calificándolo “súper ingrato, ya que tenemos un camino muy solitario y de mucha envidia”.

Por último dedicó un emotivo menaje a su madre. “Gracias a ella soy lo que soy. Tengo estas medallas por todo su esfuerzo y gracias a su sacrificio somos grandes personas (con su hermana)”, cerró en el matinal de TVN.