El 28 de junio de 2014 quedará en la memoria de toda una generación. Fue ese día, en el estadio Mineirao, cuando Chile enfrentaba su partido por octavos de final del mundial de Brasil.
¿El rival? El dueño de casa. Todo hacía presagiar un encuentro difícil, considerando que el ‘Scratch’ ya había dejado fuera de la cita planteria a la ‘Roja’ en 1998 y 2010, en la misma instancia.
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Y así fue. El local abrió la cuenta a los 18 minutos, tras un autogol de Gonzalo Jara, lo que presumía una goleada como en tantas otras ocasiones. Sin embargo, la reacción del equipo de Jorge Sampaoli llegó a los 32 minutos, con una notable jugada de Alexis Sánchez.
De ahí en más el nervio y las ansias consumió a ambos equipos, sin que pudieran desnivelar el marcador, algo que pudo cambiar en el epílogo del alargue.El minuto 119, que quedará grabado para siempre en la retina de la historia del fútbol nacional.
Saque largo de Claudio Bravo que Pinilla recibe poco más arriba de media ancha. Deja en el camino a Luis Gustavo, cede para Sánchez, quien le devuelve la pared. El atacante saca un remate desde fuera del área que hace estremecer el horizontal del arco brasileño ante la inútil mirada del arquero Julio César. Por supuesto, el estadio enmudeció.
El partido terminó igualado a un gol y la historia es sabida: penales y triunfo para Brasil por 3-2, desatando los llantos de un incombustible Gary Medel, que terminó jugando desgarrado.
Ese día nació el comentado ‘Palo de Pinilla’, una jugada que hoy cumple cinco años, pero que aún se recuerda como si hubiera sido ayer. Incluso, el jugador se tatuó el remate en la parte baja de su espalda pocos días después de la eliminación. La imagen reza “a un centímetro de la gloria”.
“Esa jugada va a quedar marcada, no por ser la mejor jugada, sino por el hecho. Estuve casi dos días sin poder dormir. Mi tatuaje no es por decir que yo estuve a un centímetro de la gloria, sino porque todos los chilenos estuvieron a punto de llegar muy lejos”, comentó unos días después Pinilla en el programa Mentiras Verdaderas.
La revancha del goleador y del resto del plantel, llegaría en 2015, tras conquistar la primera Copa América en las vitrinas de la selección chilena. Al año siguiente llegaría la segunda, y hoy, de vencer a Colombia, podría quedar a tiro de cañón para conseguir un histórico tricampeonato. Pero el ‘Palo de Pinilla’ no se olvida.
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