Un nuevo caso de abuso sexual se dio a conocer en el deporte nacional. Esta vez la situación afecta a la Universidad del Bío-Bío, casa de estudios desde donde se gestó una denuncia en contra de uno sus profesores.

Según el reportaje publicado por BioBioChile, una atleta llamada Pascal (se resguardó su identidad) confesó haber vivido episodios impropios con su entrenador, Pedro Catalán Orrego, quien además habría abusado de ella.

Esta joven siempre quiso practicar atletismo, por lo que aprovechando el traslado de su familia a Chillán en 2015, participó de una corrida organizada por el club de Atletismo de la Universidad del Bio-Bío (UBB): “Yo gané esa competencia, y luego de eso se me acercó el profesor Pedro Catalán para invitarme a participar en el Club Atletismo”, recordó la deportista, confesando que aceptar fue su peor error.

“Fuimos con mis papás a la universidad para hablar con él. Allí nos dijo que yo podía entrar a la casa de estudios con alguna beca deportiva, además de explicarnos cómo funcionaba el tema de las competencias”.

En ese entonces ella era menor de edad, lo que no fue impedimento para que ingresara al club, lo que significó que Catalán se había convertido en su instructor. Desde aquel momento, Pascal comenzó a notar que su profesor cada vez tenía actitudes más extrañas.

“La verdad es que nada me hacía pensar que algo malo vendría, ya que en un principio nuestra relación era de atleta a profesor, muy normal (…) Eso sí, a mí me llamaba mucho la atención de que él siempre se acercara más a mí. En ese tiempo éramos cuatro mujeres en el club, pero sólo quería tener más contacto conmigo”, relató, detallando que sus compañeras empezaron a notar estas ‘actitudes extrañas’.

Con los años, las bromas de parte de este profesor comenzaron a cambiar de tono. Según recordó Pascal, cuando les tocaba competir fuera de la ciudad, él le decía que debían dormir en la misma pieza, pero en camas separadas: “Decía que esa era la relación que todo atleta debía tener con su entrenador. Que era algo normal en el mundo del deporte”.

Debido a estas actitudes, el resto de las mujeres del equipo comenzó a abandonar el club. De hecho, Martina (otra competidora que pidió ocultar su identidad) recordó que hubo un hecho que para ella fue la gota que rebalsó el vaso: “El profesor había tratado de darle un beso (a Pascal). Yo supe eso y al tiro dije que me iba de la rama. Eso sí, antes de esto encaré al profesor y lo grabé”.

Pero eso no fue lo peor. La denunciante recordó cuál fue el momento que superó todos los límites. Fue en 2016, un día antes de que disputara una de las pruebas del Campeonato Nacional de Cross Country de San Fernando. Aquella noche para la joven quedó marcado, ya que fue cuando sufrió el abuso de parte de su instructor.

“Fue luego de que yo saliera de la ducha. Yo me senté en mi cama y él se sentó al lado mío. Allí me comenzó a tocar la pierna, luego metió sus manos por debajo de mi calzón y me tapó la boca. Mientras hacía eso me decía: ‘Tranquila, esta es la cercanía que nosotros debemos tener’ (…) Yo quedé paralizada, no sabía qué hacer. Después de un rato reaccioné y le dije: ‘Profe ¿qué onda?, esto nada que ver, yo no quiero nada con usted’. A lo que él repitió: ‘Esta es la cercanía que ambos debemos tener'”, recordó Pascal, quien por cerca de dos años ocultó este episodio por miedo a que fuera expulsada del club.

Fue en 2017 que le contó todo a sus papás, quienes de inmediato la ayudaron a interponer una denuncia en contra de Catalán. Si bien su caso se comenzó a investigar desde el 11 de septiembre de 2017, a la fecha no han habido avances. Incluso, se inició un sumario en la Universidad del Bío-Bío, pero tampoco hay respuestas.

En conversación con BioBioChile, Pedro Catalán se defendió de las acusaciones, negando absolutamente todo y reiterando que contará su versión de la historia, cuando llegue el momento.

“Voy a declarar en mis instancias judiciales si es que las hay. Porque quiero dejar claro que no me ha llegado ninguna denuncia o citación judicial, independientemente si es que está en curso (algún proceso). Menos como han dicho algunos medios de prensa una orden de alejamiento ni nada”, aseguró el docente, que no ha recibido ningún tipo de sanción o castigo por estos episodios.

De hecho, desde la casa de estudios confirmaron que Catalán hoy es jefe subrogante de la carrera de Educación Física, y que si bien se determinó que nunca más podría entrenar a mujeres, ese rol lo está cumpliendo Ismenia Guzmán, su esposa. Además, desde la Universidad del Bío-Bío, han insistido que sigue la investigación.

Este caso llegó hasta el Ministerio del Deporte, desde donde la jefa de cartera, Pauline Kantor, explicó que se está trabajando en un proyecto de ley, ya aprobado en la Cámara de Diputados, que “exige a federaciones firmar protocolo de buenas prácticas, que ya estamos trabajando con deportistas, para recibir fondos públicos (…) y si un/a deportista se ve expuesto/a a estas situaciones puede recurrir a nuestra unidad de Coordinación Nacional de Acompañamiento al Deportista (CONAD) para recibir orientación”.