Ganador de múltiples premios como los Emmy y Globos de Oro, la vida de Bryan Cranston no siempre ha sido fácil. Marcado por el abandono y las dificultades económicas, el artista norteamericano logró el éxito a punta de esfuerzo.
Nacido en el estado de California el 7 de marzo de 1956, es hijo de un exboxeador y actor Joe Cranston y de la actriz Audrey Peggy Sell.
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El fracaso en las carreras de sus progenitores generó que el ambiente familiar no fuera de los mejores, fue así que a los once años, su padre lo abandonó para irse con otra mujer.
A esto se sumó los enormes problemas financieros, que llevaron a la familia de Cranston a perder la casa por una deuda de hipoteca.
“Mi padre eligió no estar con nosotros, vernos y ser padre. Mi madre eligió convertirse en alcohólica y ahogar sus penas, tristeza y resentimiento. Ella era como un fantasma de sí misma. Y nadie jamás explicó por qué él se fue”, confesó en una entrevista a Sunday Times.
Esforzándose para seguir adelante
Debido a esta compleja situación familiar, Bryan comenzó a desempeñarse desde muy pequeño en distintos oficios, siendo enviado por su madre para que trabajara en la granja de sus abuelos junto a su hermano Kyle.
“Estaba herida por el abandono de su esposo a quien amaba. Entonces, ella se volvió cada vez menos confiable como guía”, afirmó, según consignó Infobae.
A los 16 años, y tras graduarse primero en su clase, optó por estudiar en la universidad y también trabajar en el Departamento de Policía de Los Angeles, para posteriormente unirse a la organización Police Explorer con su hermano, lo cual lo llevó a conocer distintos países.
“No era que estuviera interesado en el trabajo de la policía, estaba interesado en salir y explorar. Sabía que las respuestas estaban en alguna parte. No estaban en mi cuadra o en el camino desde mi casa hasta mi escuela secundaria”, expresó a Route Magazine.
“Mirando hacia atrás en retrospectiva, creo que fue la atracción de un modelo masculino fuerte. Estos hombres adultos con autoridad que llevaban un arma y tenían una placa y se pavoneaban con ellos, pensé: ‘Wow, eso es masculino’. Eso es lo que es un hombre”, agregó.
Una decisión que cambió la vida de Bryan Cranston
Pero su vida cambió radicalmente en su segundo año de universidad, luego de conocer su verdadera vocación. “Tomé una clase de actuación y me di cuenta de que las chicas eran mucho más bonitas. Me di cuenta de que era ambivalente hacia mis planes futuros y no sabía qué hacer“, dijo.
Tras esto, Bryan emprendió un viaje en moto por Estados Unidos junto a su hermano. Con tan solo 117 dólares hizo todo lo posible para sobrevivir, incluso llegando a dormir en refugios para personas en situación de calle.
Dicha extrema situación lo llevó a replantearse su vida, decidiendo que se quería dedicar 100% a las tablas.
Sus inicios fueron como actor publicitario para las firmas Lay’s, Excedrin, Honda Accord y Coffe-Mate.
La fama de la mano de la televisión
Sin embargo, el éxito lo logró gracias a la televisión, siendo uno de sus papeles más recordados el del histriónico Hal en Malcolm in the Middle.
Aunque sin lugar a dudas su rol más importante fue el del malévolo Walter White en Breaking Bad, un honesto profesor de química que luego de enterarse de que le quedan pocos meses de vida por un agresivo cáncer al pulmón, se convirtió en uno de los líderes de un cartel de droga en Estados Unidos.
En la actualidad, Bryan Cranston compatibiliza la actuación con su rol de empresario, ya que junto a Aaron Paul, crearon la marca de mezcal Dos Hombres, informó Vanitatis.
“Hace tres años nos sentamos en una barra de sushi en Nueva York. Hablábamos sobre la vida y la posibilidad de emprender un viaje juntos. Vivimos el mejor momento de nuestras vidas grabando Breaking Bad y construimos un vínculo especial. Sabiendo que no podíamos compartir la pantalla por un tiempo, nuestros pensamientos se enfocaron en un nuevo proyecto”, detalló durante el lanzamiento de su negocio.
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