Fue para Halloween cuando Katelyn Sutherland, oriunda de Kentucky, Estados Unidos, tuvo una particular idea de disfraz para su hija Jalayne, de dos años: la vistió como la reina Isabel.
La pequeña lució un conjunto de chaqueta y sombrero azul claro, con una peluca blanca y perlas, igual que los atuendos que suele ocupar la monarca.
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Y no solo eso, ya que también posó con sus dos mascotas Rascal y Jack, perros corgi, como los que posee la reina de Inglaterra.
“Desde que nació Jalayne, los dos corgis han sido mejores amigos para ella”, explicó Katelyn a CNN. Este especial vínculo se dio “especialmente desde que comenzó a comer y llevarles comida a escondidas. La amaban aún más”, agregó.
Por lo mismo es que quiso incluir a los canes en la imagen que rápidamente dio que hablar en las redes sociales. Fue en dichas plataformas donde animaron a Katelyn a compartirlas con la reina Isabel.
Finalmente decidió imprimir la fotografía y enviarla hasta Inglaterra, sin mayores expectativas, más que las de animar a la reina, quien por esos días atravesaba una delicada situación de salud. Lo que vino después jamás lo esperó.
Inesperada carta
Y es que hace unos días, al buscar el correo, la mujer se encontró con una carta, con el sello real, directamente desde el Castillo de Windsor. “Estaba mezclado con nuestro otro correo. Tuve que calmarme y asegurarme de no romper el sobre“, afirmó.
Finalmente, cuando abrió la misiva, su sorpresa fue aún mayor: “Su majestad pensó que era amable de su parte escribirle, y la reina se alegró de ver la fotografía de su hija, Jalayne, con su espléndido atuendo“, rezaba el documento, firmado por la dama de honor, Mary Morrison, asistente personal de la corte.
Ahora, la norteamericana dijo que enmarcará la carta para ponerla en su sala de estar, hasta que Jalayne sea mayor. Por mientras, ya comenzó a pensar de qué vestirá a su hija el próximo Halloween: “¡Nunca podré superar esto!”, sentenció.
