Otro capítulo se escribió en la polémica historia que protagonizan Mauro Icardi y Wanda Nara, que han vivido mediáticas semanas.
Todo partió cuando se reveló el supuesto affaire que vivió el delantero del PSG con ‘China’ Suárez, a quien le dijo que estaba soltero.
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Esto provocó un quiebre inmediato con Wanda Nara, quien le pidió el divorcio. Luego se reconciliaron, pero al final la relación terminó, al parecer, de manera definitiva.
Si bien se pensó que la polémica había concluido, la prensa argentina no para de buscar detalles de la ruptura del matrimonio Icardi-Nara.
En este contexto, el sitio trasandino Eltrece aseguró que Wanda pasó a ser la ‘dueña legal’ de Mauro Icardi hasta el 2050.
¿Qué significa esto? Primero es bueno explicar que en 2015, la pareja creó una sociedad llamada World Marketing Football que además de velar por las propiedades y riquezas del matrimonio, también es la encargada de manejar la carrera de Mauro.
Ambos firmaron un contrato por esta sociedad hace un tiempo, pero ahora en medio del mediático quiebre, se habría llegado a un nuevo acuerdo.
Esto porque según la prensa argentina, Wanda Nara ahora es la única dueña de esta empresa, que tendrá un vínculo con el delantero por 29 años más.
“Básicamente lo que dice esto es que Wanda Nara es la dueña de todo. De verdad. Cuando ellos llegan a Milán, deciden entre los dos armar esta sociedad, las propiedades anteriores a llegar a Francia, pasa todo a nombre de esta sociedad y la dueña de la sociedad es Wanda Nara, única accionista“, afirmaron desde el país vecino.
De esta manera, Wanda es la que maneja todos los bienes de la familia Icardi-Nara y, de paso, la carrera del jugador.
“La sociedad tiene sede en Milán. La filial tiene capacidad de representación tanto en el territorio nacional como en el exterior. Los jugadores hacen la diferencia cuando quedan libres y van a otro equipo o con la imagen, su contrato de imagen como tiene él con Nike”, comentó el periodista Daniel Ambrosino.
Pese a esta información, la comunicadora Débora D’Amato afirmó que Mauro tiene toda la intención de terminar con la sociedad: “Cuando él le manda la carta de amor, que de amor no tenía nada, él se estaba despidiendo”.
