El sábado 17 de abril se llevó a cabo el funeral de esposo de la reina Isabel, el príncipe Felipe, ceremonia en la cual, debido a la pandemia, solo participaron 30 personas.

La partida del duque de Edimburgo ha golpeado a la Familia Real y también ha generado algunas dudas, por ejemplo, quién heredará su ducado.

Pero quizás una de las interrogantes más comentadas tiene relación a su herencia material y económica. Lo anterior, puesto que es un misterio cuál es la totalidad de sus bienes y, por ende, el avaluó de estos.

De acuerdo a la revista Vanity Fair, si bien el príncipe Felipe “apenas era millonario” y solo tenía algunos bienes destables, como vehículos de lujo y caballos; son los innumerables regalos que recibió durante su trabajo en la institución lo que no está en el “inventario”.

Recordemos que Felipe estuvo casado más de 70 años con Isabel II y durante todos esos años trabajó para la Corona, llegando a participar en más de 22.000 actos oficiales.

En esta línea, son miles los regalos que recibió el duque durante su vida de servicio público, entre ellos, pinturas exclusivas y hasta colecciones completas de importantes artistas.

También recibió obsequios de importantes líderes mundiales. Nelson Mandela, por ejemplo, le regaló un ajedrez con figuras africanas, lo que actualmente podría costar una fortuna. Barack Obama, en tanto, le regaló unas bridas especiales en 2011, la cuales llevaban el sello presidencial.

La Royal Collection Trust

Si bien algunos de los bienes del príncipe son personales, hay otros que van directamente a la Royal Collection Trust, la cual almacena tanto pertenencias privadas y públicas de la Familia Real.

La situación actual es conocer finalmente la totalidad de la herencia del príncipe Felipe, tanto la personal como la pública que gestiona la mencionada entidad.

Este misterio que ya había sido abordado en la década del 60. En dicha época el parlamento británico mostró preocupación luego que se conociera que los monarcas podían disponer libremente de sus regalo y hasta venderlos, con fines caritativos.

Por último, se espera que este proceso de inventario tome su tiempo, pues hay que considerar que algunos de los obsequios pueden estar incluso ocupándose como decoración en algunas de las residencias reales.