Mientras que el príncipe Harry logró viajar a Inglaterra para asistir al funeral de su abuelo, Felipe de Edimburgo, Meghan Markle no pudo acompañarlo en este importante compromiso.

Lo anterior, puesto que los médicos aconsejaron a la duquesa de Sussex no viajar, considerando su avanzado embarazo, el que estaría bordeando los siete meses.

Por este motivo, Markle ideó otra forma para demostrar su apoyo a la familia desde la distancia: envió un arreglo florar lleno de importantes significados para honrar al príncipe Felipe y a la reina Isabel II.

De acuerdo a la revista Glamour, Harry y Meghan contactaron a Willow Crossley, la artista que se encargó de los arreglos florales de su boda, para que creara una corona con seis elementos que simbolizaran la vida de Felipe.

Uno de estos es el acanto, flor nacional de Grecia que refleja sus orígenes. También tenía eryngium, un tipo de planta que se da una vez al año y que representan a los Royal Marines.

La corona además tenía campanillas, lavanda, rosas y romero. La primera representa gratitud y amor eterno, la segunda devoción, la tercera el mes que nació el duque, junio; y el último simboliza la remembranza.

Finalmente, este detalle de Meghan también iba junto a una nota escrita a mano por ella, la cual fue entregada a la reina Isabel II. El contenido de esta aún se desconoce.