Las navidades para la familia real británica no son como las de cualquier familia, sobre todo en lo que respecta al intercambio de regalos.

Lo anterior porque -según una antigua tradición- en Navidad los miembros de la realeza no se obsequian presentes tradicionales y menos de lujo, ya que como es una familia que tiene todo lo que necesita, optan por divertirse regalándose impensados objetos, compitiendo entre ellos mismos por ser el o la más original.

Y quien tuvo que sortear esta difícil misión más recientemente fue Meghan Markle, quien en 2017 cuando aun era novia del príncipe Harry, fue invitada a pasar las fiestas de fin de año con la familia de su -entonces- futuro marido.

Para su suerte, Markle pasó la prueba con honores, gracias a su originalidad y buen humor. Al menos así lo describen las periodistas Omid Scobie y Carolun Durand en Finding Freedom, la polémica biografía sobre los Sussex.

Y uno de estos momentos que le valieron los aplausos de la familia real, fue cuando Meghan le hizo su primer regalo de Navidad al príncipe William.

Meghan sabía que esas navidades eran como una audición, y por eso se esforzó en impresionar a sus futuros familiares”, describen las periodistas.

“Al final, lo más duro para ella, su mayor desafío, fue encontrar el regalo perfecto con el que divertir a la exquisita familia de su novio. Y al menos uno de esos obsequios fue un gran éxito: una cuchara para William que tenía grabadas dos palabras que definen muy bien al príncipe: ‘Cereal Killer’ (‘asesino de cereales’)”, detallaron.

Cabe señalar que incluso Kate Middleton ha revelado que los cereales es una de las comidas favoritas de William al desayuno.

Al parecer no cuesta mucho dinero hacer feliz a alguien de la familia real británica… al menos para Navidad.

La pandemia los separó a todos

Tal como millones de familias en el mundo, la pandemia por COVID-19 ha causado estragos no solo en la salud de las personas, sino que también en lo que respecta a los encuentros familiares y la distancia física.

Por lo mismo, para esta Navidad, la familia real también estará separada y confinada en sus respectivas residencias, algo prácticamente inédito en una familia de largas y respetuosas tradiciones.

Si bien Meghan y Harry estarán aislados por decisión propia, ya qu viven en Estados Unidos, la pandemia obligará a la reina Isabel II y Felipe de Edimburgo a pasar esta fecha solos en Windsor, mientras que el príncipe Carlos y Camilla estarán aislados en Clarence House.

Por su parte, el príncipe William y Kate Middleton se quedarán con sus tres hijos en Kensington.