The Crown no solo reflotó la infidelidad del príncipe Carlos durante su matrimonio con Lady Di, sino que también una que causó gran controversia en su época.

Se trata del romance que tuvo la princesa Ana con su guardaespaldas personal, Peter Cross, cuando ella estaba casada con el capitán Mark Phillips, con quien tuvo dos hijos.

Su historia amorosa comenzó en 1979, cuando la Policía Metropolitana de Londres asignó a Peter Cross al escuadrón de protección real, siendo su labor cuidar a la princesa Ana, quien en ese entonces llevaba casada seis años y su primer hijo tenía dos.

Ambos se llevaron bien de inmediato y en público se mostraban risueños y siempre bromeando. Esta química ayudó a que fuesen cada vez más cercanos hasta que floreció el amor, algo prohibido para ambos pues él también estaba casado y tenía dos hijos.

El conflicto

No pasó mucho tiempo cuando comenzaron a circular rumores del amorío entre la princesa y el guardaespaldas, siendo este último apartado de sus funciones a petición de Phillips. Sin embargo, ella siguió manteniendo contacto con él.

Según detalla Daily Mail, la esposa de ese entonces de Peter, Linda Cross, reveló en 1981 que la princesa llamaba “casi todas las semanas” a la casa para hablar con el guardaespaldas.

Pero la princesa no fue la única infidelidad de Peter Cross. Ese mismo año comenzó un romance con Gillian Nicholls, a quien conoció en su nuevo trabajo como vendedor de seguros.

Nicholls desclasificó al mencionado medio que la hija de la reina Isabel llamaba constantemente a la oficina para hablar con Peter y que usaba un pseudónimo para identificarse.

“Llamaba mucho a la oficina, a veces a diario, y cuando le pregunté quién era empezó a llamarse señora Wallis (…) Cuando hablaban por teléfono, cerraba la puerta de su oficina y charlaban durante una hora cada vez”, contó.

Gillian aseguró que el romance de Peter con ella “siempre eclipsó nuestra relación” y que era como si la princesa “estuviera allí de fondo” todo el tiempo, según consignó Vanity Fair.

El quiebre

Si bien en 1983 ya la comunicación entre ambos comenzó a decaer, fue dos años más tarde cuando ocurrió el quiebre definitivo ¿La razón? Peter Cross vendió la historia de su romance a la prensa sensacionalista.

El exguardaespaldas ganó una fortuna por desclasificar los detalles de su infidelidad, lo que claramente afectó profundamente no solo a la princesa, sino que también a la Familia Real.

“Nos llevábamos fantásticamente (…) Era como cualquier otra mujer en esa situación: muy sola y aislada. Nos hicimos muy cercanos porque creo que la princesa apreciaba mi punto de vista sobre la vida. Siempre fui muy sensato y hablé francamente con ella”, fueron parte de las declaraciones que dio en la época.

En esta línea, una de su revelaciones más polémicas fue el relato de su primer beso. “Mi mano derecha estaba colgando sobre el brazo de la silla. De repente, se volvió y me miró. Al mismo tiempo, nuestras manos se rozaron y luego se juntaron. Durante unos segundos permanecimos así, como dos estatuas, mirándose directamente a los ojos, con las manos juntas. Luego, de repente, nos besamos”, indicó.

Por último, Cross describió a la princesa Ana como “una de las mujeres más fascinantes que he conocido” y que estuvieron “muy cerca del amor”. No obstante, Nicholls señaló que no cree que Peter la quiso realmente. “Él siempre dijo que nunca le haría daño. Pero al final la traicionó”, afirmó.