Lucas Álvarez tenía sólo 10 años cuando sus vacaciones en Tailandia, junto a sus padres y sus dos hermanos, se transformó en una verdadera pesadilla: una ola gigante que golpeó al sudeste asiático en 2004.

A pesar del fuerte impacto, la familia sobrevivió a la tragedia, una historia que fue llevada a la pantalla grande por medio de la película Lo Imposible, producción que fue dirigida y producida por el cineasta Juan Antonio Bayona.

La cinta, protagonizada por Naomi Watts y Ewan McGregor, consiguió tal éxito que incluso obtuvo cinco premios Goya.

Aquella experiencia cambió por completo la vida de Álvarez, papel que en el largometraje interpretó el actor Tom Holland, reconocido por interpretar a Spiderman, en las últimas entregas de la saga de Marvel.

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Fue una experiencia única y desafortunada en su momento. Pero desde entonces a mí me pareció casi lógico tener que devolver hasta cierto punto esa deuda que se me quedó”, indicó Álvarez, consignó el diario El País.

¿Y de qué manera lo hizo? Prometió convertirse en médico y dedicarse a salvar vidas. Y cumplió. Por estos días, el niño que hace 16 años cuidó de su madre gravemente herida, trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos en el hospital de Londres, tratando a pacientes afectados por el coronavirus.

lucas alvarez
Captura | Antena 3

Sobre su experiencia enfrentando al COVID-19, Álvarez explicó que “es más complicado de lo normal, pero la gente está poniendo todo el esfuerzo del mundo”, indicó el joven de 26 años, quien de toda formas mandó un mensaje a quienes no respetan la cuarentena en la capital británica.

Me parece una postura muy poco acertada, arrogante y sobre todo frente a las personas vulnerables que por razones socioeconómicas no tienen ese privilegio de salir a las calles. Es preocupante que la gente no llegue a ver la seriedad del asunto”, dijo de acuerdo al citado medio.

“Hasta ahora, sobre todo en cuidados intensivos, hemos recibido material protector decente y otros sectores han sido menos favorecidos, pero esta última semana sí que se ha empezado a notar la necesidad de improvisar”, finalizó Álvarez.