Ana del Reino Unido es la única hija de la reina Isabel II, y aunque actualmente es la décimo cuarta en la línea de sucesión al trono, sigue siendo la integrante de la familia real que ha cumplido más compromisos oficiales desde su adolescencia.

A sus 23 años, Ana contrajo matrimonio con el capitán Mark Phillips, en una boda que fue televisada en todo el mundo, sin embargo, este no sería su primer amor.

Lo anterior porque en su juventud estuvo saliendo durante varias semanas con otro personaje ligado a la familia real, cuyo romance no perduró por una triste razón.

Hablamos de Andrew Parker Bowles, quien el mismo año que Ana se casó con Phillips, contrajo matrimonio con Camilla Parker, de quien se divorció en 1995.

De acuerdo al portal Vanitatis, la pareja tuvo un fugaz romance a inicios de los 70′, dada la pasión que ambos tenían por los caballos. De hecho, frecuentaban los mismos ambientes de alta sociedad.

Andrew tenía un futuro prometedor. Pertenecía a la Armada Británica, era jugador de polo y provenía de muy buena familia, por lo que todo indicaba que su relación con Ana sería del total agrado de la reina Isabel II, pero no fue así.

En esta ocasión, fueron dos temas los que separaron a la inminente pareja, pues además de los 11 años de diferencia etaria, también estaba el hecho que ambas familias profesaban distintas religiones.

Parker-Bowles es católico mientras la princesa Ana, al igual que toda la monarquía británica, es anglicana. Un enlace entre ambos estaba prohibido por “ley” y evidentemente la reina Isabel no haría excepciones, sobre todo porque en ese entonces Ana era la cuarta en la línea de sucesión al trono y se esperaba un comportamiento como tal.

Si Ana insistía en esta relación, el precio que hubiese debido pagar era demasiado, pues debía renunciar a los derechos sucesorios, lo mismo que habría ocurrido con el príncipe William y Kate Middleton, ya que la ley cambió recién en 2013. De hecho, la duquesa de Cambridge debió convertirse al anglicanismo antes de su boda.

Y pese a que no era necesario, Meghan también hizo lo mismo antes de unirse en matrimonio con el príncipe Harry.

Pero ¿qué habría pasado si esa relación hubiera prosperado hasta terminar en matrimonio? Primero tenemos que pensar en que Andrew no se habría casado con Camilla en 1973, razón por la que ella habría estado “libre” para, probablemente, emparejarse con el príncipe Carlos.

A su vez, Diana Spencer no habría aparecido como candidata a novia del futuro monarca y probablemente habría continuado con su modesta vida como profesora de kinder.

el noviazgo de la princesa ana que habría cambiado futuro de lady di
Pool | AFP

Cabe señalar que pese a que el romance entre Ana y Andrew no prosperó, la relación continuó siendo muy cercana, tanto así que la hija de la reina Isabel lo escogió como padrino de bautizo de su primogénita Zara Phillips.

Actualmente la princesa está involucrada en más de 200 organizaciones benéficas y, además, es presidenta de la fundación Save the Children, desde 1970. También ocupa el cargo de rectora de la Universidad de Edimburgo, posición de la que relevó a su padre en 2011.