Actualmente la princesa Charlotte se ubica en el cuarto puesto en la línea de sucesión al trono. Ella le sigue a su hermano mayor, George; quien sucede a su padre, el príncipe William y éste al príncipe Carlos, el más próximo a asumir el trono una vez que la reina Isabel II fallezca.

Al ser hija del primogénito William, junto a su madre Kate Middleton, Charlotte obtuvo naturalmente el título de princesa, al igual que sus dos hermanos George y Louis, sin embargo, si alguna vez llega el momento en que tenga hijos, éstos no correrán su misma suerte.

Y es que de acuerdo a la tradición británica, los títulos reales solo pueden obtenerse como herencia al nacer de un príncipe o monarca o bien al casarse con uno.

Al menos así lo describió Lucy Humen, directora asociada de Debrett’s (compañía que es autoridad en temas de protocolo y etiqueta), al portal Town & Country. “Los títulos reales se heredan de los hijos, por lo que si la princesa Charlotte tiene hijos, no heredarían automáticamente los títulos ‘Su Alteza Real’, ‘Príncipe’ o ‘Princesa’”, dijo la experta según consignó el medio británico Independent.

Es así como esta ‘sexista’ determinación indica que mientas sus hermanos George y Louis sí otorgarán títulos reales a su descendencia (si es que la tienen) Charlotte no.

Eso sí, obviamente existen excepciones y la realeza también ha dado cuenta de eso en algunas ocasiones. En este caso, lo más seguro es que si Charlotte lo exige o bien su padre cree que así debe ser, una vez que él se convierta en rey, puede cederle este derecho. “El monarca igualmente puede otorgarle un título real a los hijos de su hija“, explicó Hume.

La otra excepción, aunque bastante más dramática y quizá hasta imposible, es que Charlotte se convierta en reina. Cabe señalar que en el año 2015 la reina Isabel aprobó una ley en la que el lugar de la princesa está asegurado en la línea de sucesión, independiente de su género, pues antes los hombres siempre estaban por encima de sus hermanas, aunque éstas sean mayores.