El actor Kevin Costner, protagonista de la aclamada cinta noventera El Guardaespaldas (1992), reveló que la princesa Diana estuvo a punto de cumplir un gran sueño cinematográfico poco antes de su trágica y temprana muerte.

En declaraciones a People TV, el intérprete aseguró que tal fue el éxito de esta historia de amor, que se decidió trabajar en una segunda parte, pero no con cualquier actriz como protagonista, sino que con la mismísima princesa Diana de Gales.

“Al estudio le gustó la idea de hacer El Guardaespaldas 2 con Diana como protagonista”, reveló Costner, de 64 años. Y agregó que la madre de los príncipes Harry y William estaba feliz con la idea. “Recuerdo que ella fue increíblemente dulce por teléfono, y que me preguntó, ‘¿Vamos a tener una escena de besos?’. Ella lo dijo de forma muy respetuosa“, explicó Costner.

En ese entonces, pese a que ya estaba separada del príncipe Carlos, Lady Di todavía estaba nerviosa porque su vida estaba muy controlada y todo estaban pendientes de su vida personal. Ante su pregunta, Kevin le contestó que sí pero que no se preocupara porque ya habría tiempo para hablar de eso.

El nexo entre el actor y Diana, fue orquestado por Sarah Ferguson, duquesa de York, quien era bastante cercana a Costner. “Sarah fue realmente importante. Siempre he respetado a Sarah porque ella es la que facilitó la conversación entre Diana y yo. Ella fue la que lo hizo posible y nunca dijo: ‘Bueno, ¿y yo? Yo también soy una princesa’. Ella estaba muy a favor de la idea“, explicó el actor.

Cabe señalar que años atrás el actor también había comentado que estudiaron seriamente una colaboración de Diana para la segunda entrega de la cinta, donde el mismo guardaespaldas, Frank Farmer, debía proteger al personaje de Diana del asedio de los paparazzis, mientras su relación se va volviendo más íntima.

Costner también reveló que recibió el guión en agosto de 1997, un día antes del trágico accidente automovilístico que le quitó la vida a Diana de Gales y su acompañante, Dodi Al-Fayed, en París, cuando justamente huían de los paparazzis.

Más tarde la autopsia reveló que el conductor, Henri Paul, presentaba elevados índices de alcohol en sangre.