La vida de la princesa Diana siempre fue difícil. Desde que era una niña, tuvo que lidiar con una familia fracturada, producto de la violencia de su padre, el vizconde John Spencer, hacia su madre, Frances Roche.
Lady Di fue testigo de varias veces en que su padre abofeteó a su madre. Según relató a su biógrafo Andrew Morton, en reiteradas ocasiones vio cómo su madre lloraba desconsolada por los maltratos de su esposo.
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Cuando ella tenía apenas siete años, Roche y Spencer se divorciaron. “Fue una niñez muy infeliz. Mis padres estaban ocupados con sus problemas. Siempre veía a mami llorar. Papi nunca habló con nosotros de eso. Nunca pudimos preguntar, tampoco”, añadió, según consignó el libro Diana: en sus propias palabras.
En un principio Diana y su hermano se fueron a vivir con su madre, pero luego John consiguió la custodia total de sus hijos y los mantuvo separados de su madre durante bastante tiempo.
Con el paso del tiempo, en 1972, el vizconde conoció a Raine, condesa de Darthmouth, quien estaba casada con el conde Gerald Legge y con el que tuvo cuatro hijos.
En ese entonces Diana tenía alrededor de 11 años y simplemente no toleraba a Raine, una mujer acaudalada, de gustos refinados, amada por la sociedad y muy apegada a las tradiciones. “Cuando tenía 13 años nos mudamos a Northamptonshire (…) cuando murió mi abuelo (y su padre asumió como conde de Althorp) la vida tomó un gran giro porque mi madrastra Raine entró en escena, supuestamente de incógnito”, recordó la princesa.
La princesa relataba que solía unirse a ellos como de sorpresa y que los llenaba de regalos, pero ellos la odiaban porque pensaban que les iba a quitar a su padre. Fue así como Raine se divorció del conde de Dartmouth y se casó con el padre de Diana en una íntima ceremonia de la que ni sus hijos se enteraron.
la familia en pleno se fue a vivir a Althorp, donde los niños llamaban “Acid Raine” a su nueva madrastra, según consignó BioBioChile.cl. Rápidamente la mujer comenzó a querer controlar todo en la casa, gastaba altas sumas de dinero en decoración y la relación con los hijos de Spencer no era la mejor.
La cuestión se volvió más dramática cuando en 1978 Spencer enfermó y tuvo que ser internado en el hospital, producto de una hemorragia cerebral. En ese entonces, Raine se convirtió en su cuidadora personal y les prohibió la entrada a sus propios hijos.
“Raine básicamente nos bloqueó del hospital. No nos dejó ver a papi. Mi hermana mayor se hizo cargo y pudo verlo”, explicó, agregando que luego la mujer lo trasladó a una clínica privada e instruyó a las enfermeras para que no dejaran pasar a nadie.
Afortunadamente el hombre se recuperó y Diana con una de sus hermanas lograron verlo, pero “cambió su carácter” y se distanció a un más de sus hijos.
“Era una persona antes y ciertamente alguien diferente después. Si él viene a verme, viene a verme, pero si no lo hace ya no es mi problema”, expresó Diana.
El gran momento de furia de Diana con Raine, fue en la boda de su hermano en 1989. “Le dije lo que pensaba de ella. Nunca había sentido tanta rabia en mí. Fue porque mi padre y mi madrastra fueron muy descorteces con mi madre en el ensayo antes de la boda. Se negaron a hablarle y sentarse junto a ella. Pensé que por un día, por el bien de mis hermanos, todos podríamos ser maduros y llevarnos bien, pero me pareció increíble”, aseguró.
Otra de las cosas que enfureció a la familia fue que Raine redecoró el hogar de la familia en Althorp, mientras su marido se encontraba en el hospital y en un profundo coma.
“Estaba tan enojada. Le dije ‘te odio tanto. Si supieras cuánto todos te odiamos por lo que has hecho. Arruinaste la casa, gastaste el dinero de papi… ¿y para qué?’”, sentenció. Raine vendio invaluables cuadros, vajillas y muebles que habían estado en la familia Spencer durante décadas.
Cabe señalar que cuando Diana se casó con el príncipe Carlos, su padre pudo llevarla al altar, pero su mujer no pudo sentarse cerca de él. Por el contrario, la madre de Diana y su nuevo esposo, se ubicaron cerca de la familia real. El conde Spencer tampoco apareció a saludar al público junto al resto de la familia, en el clásico balcón del palacio de Buckingham.
Respecto a su momento de furia con Raine, agregó: “Me encargué de expresar todos los reclamos de mi familia y no fue fácil. Mi padre no me habló por seis meses y Raine no me habla hasta ahora, pero apoyé a mi madre y ella me dijo que nadie la había defendido así en 22 años”, señaló en 1992.
El padre de Diana murió en 1992, producto de problemas cardíacos, y desde ese momento Raine abandonó la casa en Althorp, pues el nuvo conde, el hermano de Diana, Charles Spencer, tenía que hacerse cargo.
Eso sí, ella recibió una casa en Mayfair, donde vivió hasta que murió en 2016, y una herencia de £4 millones, es decir, unos 3.400 millones de pesos chilenos.
