Mucho se ha hablado del fallido matrimonio de Diana de Gales y el príncipe Carlos. Sabemos que ninguno de los dos quería casarse con el otro pero también fuimos testigos (o al menos nos enteramos por la prensa) de los intentos de Lady Di por ganarse el corazón del futuro monarca.
Desde que contrajeron matrimonio, la vida de ambos fue prácticamente un calvario con ciertas luces de alegría, las que estuvieron más bien relacionadas al nacimiento de sus hijos, los príncipes William y Harry, pese a que este último no era deseado por su padre, ya que él quería una niña.
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Con el rechazo constante de su esposo, Lady Di se enfocó en la crianza de sus hijos y en cómo podía salir adelante en esta relación, aun sabiendo que Carlos la engañaba hace años con Camilla Parker y que ese romance extramarital no se detendría.
Esta situación, evidentemente generó algo de rabia y rencor en la ‘princesa del pueblo’, algo que Carlos notó y por lo que estaba muy preocupado, pues según él, amenazaba su llegada al trono.
De acuerdo a la biógrafa real Lady Colin Campbell, el príncipe estaba convencido de que Diana cobraría “venganza” por lo que él le había hecho, amenazando su posición y derecho al trono.
En su entrevista al documental Secrets of the Palace, la escritoria afirmó que había una cierta percepción de que Lady Di quería a Carlos “fuera del camino”, para que así su hijo mayor, el príncipe William, tomara el trono y ella ascender a regente, consignó el medio australiano New Idea.
“Su agenda era si la reina muriera y Carlos está fuera de la línea de sucesión, el príncipe William se convertiría en rey y ella podría ocupar la posición de regente”, afirmó Campbell.
Sus afirmaciones estaban respaldadas en un comentario que realizó Diana en una entrevista de 1995, en el que se refirió a la supuesta incapacidad de Carlos para asumir el trono. “Debido a que conozco su carácter, creo que el mejor puesto, como lo llamo yo, le traería enormes limitaciones, y no sé si él podría adaptarse a eso“, dijo la princesa.
Cabe señalar que esta confesión le trajo grandes problemas en Londres y en el Palacio de Kensington todos hablaban de sus dichos, ya que la reina Isabel II habría estado muy molesta por su “falta de discreción”.
Aun así, Campbell cree que esta idea de que Diana quería privar a Carlos de llegar al trono no fue más que una “locura” por parte de la familia real, ya que Diana jamás se mostró interesada en el poder y, muy por el contrario, dedicó gran parte de su vida a las actividades benéficas alrededor del mundo, ligadas especialmente a la pobreza, niños y el VIH.