Ser parte de la realeza es un sueño que probablemente más de una persona le gustaría cumplir, ya sea por las infinitas comodidades o por el estatus que otorga.
Sin embargo, a lo largo de la historia han existido casos de integrantes de diversas familias reales que han renunciado a sus títulos y no por cualquier razón, sino que por amor.
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A continuación Página 7 recopila los casos más icónicos de integrantes de la realeza que han renunciado a sus privilegios para seguir su corazón.
1. Märtha Louise de Noruega
En 2002 la princesa Märtha se casó con un plebeyo, el escritor Ari Behn. Si bien en 1990 en Noruega se abolió la Ley Sálica, esta no tenía carácter retroactivo, por lo que la hija del rey Herald V tuvo que renunciar a sus derechos dinásticos para contraer matrimonio.
Pero, lamentablemente, esta historia no terminó muy bien. La pareja se separó en 2016 y posteriormente Behn escribió Infierno, un libro donde relató los duros momentos que vivió tras el divorcio.
2. Princesa Ayako de Japón
En 2018 Ayako, cuando tenía 27 años, decidió renunciar a su apellido y derechos como parte de la familia imperial japonesa para casarse con Kei Moriya, un trabajador de la compañía naviera Nippon Yusen, según consignó el diario español El Mundo.
La Ley Sálica —la que impedía que las mujeres gobernaran y que sus hijos heredaran títulos— también jugó un rol fundamental en el caso de Ayako, no obstante, la joven no se fue con las manos vacías, pues fue compensada con 107 millones de yenes, es decir, unos 690 millones de pesos chilenos.
3. Edward VIII del Reino Unido
Este es uno de los casos más bullados y recordados, puesto que cambió para siempre la historia de la monarquía británica.
Cuando el rey Jorge V murió el 20 de enero de 1936, su hijo mayor, Edward, se convirtió en su sucesor. No obstante, el 11 de diciembre del mismo año decidió abdicar al trono.
¿La razón? Cuando era el príncipe de Gales conoció a Wallis Simpson. El romance se tornó aún más serio cuando ella le pidió el divorcio a su entonces marido, siendo esa su segunda separación. Fue este antecedente el que le indignaba a la familia real, por lo que nunca aprobaron su relación.
Por último, fue esto lo que detonó que Edward abdicara y renunciara a todos sus derechos sucesorios, casándose al año siguiente con su enamorada y quedando solo con el título de duque de Windsor.
4. Johan Friso de Holanda
El hermano del rey Willem-Alexander de Holanda tuvo un inicio de romance particularmente polémico. Lo anterior, puesto que su novia Mabel Wisse Smit había mantenido una relación con Klaas Bruinsma, un famoso narcotraficante holandés, el que fue asesinado en 1991.
Este antecedente no tenía nada de contenta a la familia real de los Países Bajos y el Ejecutivo rechazó de forma categórica el matrimonio. No obstante, esto no le importó mucho a Johan Friso, quien decidió dejar de lado sus derechos y casarse por amor.
